“Washington ya no es el rey indiscutible de un tablero geopolítico cada vez más multipolar”, así lo asegura un artículo del diario español El Mundo que este miércoles le toma el pulso a la Cumbre número XV del BRICS que se encuentra en pleno desarrollo en su segundo y último día en Johannesburgo. El medio observa un jaque al poder de Estados Unidos que proviene desde la unión de estas cinco poderosas naciones: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

El FMI ha oficiado desde el mismo inicio de su creación, ocurrida en la víspera de la segunda guerra mundial, como representante de los intereses geopolíticos de Estados Unidos. Ser el acreedor central de países empobrecidos persigue un indisimulable objetivo del organismo, manejar sus economías. Una tarea que comenzó a ejercer con mayor dominio a partir de agosto de 1971, cuando el entonces presidente de EE.UU., Richard Nixon, suspendió el régimen monetario internacional que regía respaldando la moneda con el patrón oro.

La determinación de Nixon venía siendo analizada en el país del norte desde varios años antes. En 1965, el presidente de Francia, Charles de Gaulle, realizó una maniobra económica buscando desnudar flaquezas en el poder de Estados Unidos y su moneda. Convirtió en oro 150 millones de dólares que el Estado francés tenía en sus reservas, provocando que en 1971 se rompiera el acuerdo monetario entre las grandes potencias.

Las cinco naciones del BRICS juntas representan el 41% de la población mundial, el 31,5% del producto interno bruto (PIB) mundial y el 16% del comercio mundial. Ya han aplicado algunas determinaciones trascendentes como la utilización de monedas propias, desechando al dólar, para el intercambio comercial. Argentina también se subió a esa consideración a partir de acuerdos bilaterales que le permitieron abonar los dos últimos vencimientos de la deuda tomada por Macri en 2018 con el FMI con un cóctel de monedas que tiene al Yuan chino como referencia central.

Este miércoles, en la Cumbre, Lula en su discurso denunció la injusticia “que los países en desarrollo reciban créditos ocho veces menos desfavorable que los países desarrollados” y propuso crear instrumentos políticos y económicos con financiamientos adecuados para terminar con esta injusticia. En ese contexto propuso la creación de una moneda común para el intercambio comercial.

El poder del BRICS se pueden ampliar mucho más. Lo hará si aprueba el ingreso de otros países que pidieron sumarse como Arabia Saudí, Argelia o Irán. En ese listado también se encuentra Argentina. Alberto Fernández estaba invitado a participar en la cumbre de esta semana en Sudáfrica. La determinación de no asistir estuvo centrada en calmar la tensión con el FMI, atento a la coincidencia de la fecha (hoy) en que su Directorio debe aprobar el desembolso pendiente.