No les alcanzó con traspasar su deuda a todos los argentinos

Por Felipe Efele

Ante 150 empresarios esta semana Javier Milei desplegó su verborragia intentando explicar algunos pormenores de su plan de gobierno para aplicar si resulta ser electo presidente. Varios de los presentes son aportantes de la campaña electoral del excéntrico libertario.

Otro grupo de empresarios está expectante, aunque su apuesta es a una derecha más previsible a sus intereses. Se trata de quienes integran la llamada Fundación Mediterránea, una organización que fue creada en tiempos de dictadura militar, puntualmente en 1977, teniendo como inspiradores fundacionales a 33 poderosas empresas, muchas de ellas con base en Córdoba.

En aquellos inicios, la Fundación Mediterránea colaboró en el diseño económico que impuso la dictadura. Tuvo en Guillermo Walter Klein, que se desempeñaba como Secretario de Coordinación y Programación Económica del Ministerio de Economía, un puente directo con la cúpula militar.

La Fundación editaba una revista que dirigía Domingo Cavallo quien, en las postrimerías del gobierno de facto en 1982, lograría trepar hasta la presidencia del Banco Central. Desde allí, Cavallo devolvió el favor a los empresarios. Fue cuando la dictadura estaba en su ocaso, con Reynaldo Bignone como principal usurpador de la Casa Rosada. Cavallo se mantuvo menos de un mes en el cargo, ingresó el 2 de julio de 1982 y se retiró el 26 de agosto.

Fue tiempo suficiente para diseñar, a través de seguros de cambio, el traspaso de la deuda de las empresas que lo apañaban al Estado Nacional. La operación la terminó concretando su sucesor, Julio César González del Solar, en noviembre de 1982

Fueron 17.000 millones de dólares de deuda que tenían la empresas privadas. Monto endosado a todos los argentinos. Cavallo y González del Solar no estuvieron solos en aquella operatoria. En funciones oficiales había representantes de grupos empresarios. Carlos Melconian se encontraba a cargo de la gerencia de Investigaciones Económicas y la subgerencia del Área Externa del Banco Central

Entre empresas que se beneficiaron con el traspaso de la deuda que tenían al Estado Nacional estuvieron Pérez Companc, Bridas, Sideco Americana S.A y SOCMA con la participación de Franco Macri.

Ya en los primeros años de democracia, desde el Banco Central, Melconian firmó y envió el pedido de anulación de la investigación de la deuda privada contraída en el exterior por presuntos créditos fraudulentos.

Melconian en 2016, bajo la presidencia de Macri, era el presidente del Banco Nación. También era uno de los tenedores de deuda que demandó al país ante el juez neoyorquino Thomas Griesa. Cuando Macri le pagó a los fondos buitres ese año lo que reclamaban, también benefició a Melconian.

Carlos Melconian pertenece a la Fundación Mediterránea. En 2021 asumió la presidencia del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), que es parte de esta fundación. En su sede, hace pocos días, presentó su propuesta como futuro ministro de economía en caso de que Patricia Bullrich sea electa presidenta.

Los poderosos grupos empresarios priorizan sus intereses por encima de los del país y su gente. Están emparentados con organizaciones que ejercen lobby, imponen recetas económicas y de paso traspasan deuda.

Cuando se escucha hablar de la pauta oficial, esa que compra medios y comunicadores, habría que poner en primer término la pauta privada que mantienen estas empresas. Compran voluntades mediáticas para que la información real no se comunique nunca. Parte del resultado que han logrado es que Milei tenga una adhesión tan voluminosa.

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