La derrota electoral en 2019, más el bajo porcentaje que cosecha en las encuestas recientes, llevaron a Mauricio Macri a bajarse de la carrera electoral. Lo hizo no sin antes mantener una charla extensa con Horacio Rodríguez Larreta a quien le planteó, entre otras cuestiones, que el candidato del Pro en la Ciudad para sucederlo debe ser su primo, el ex intendente de Vicente López Jorge Macri.
Desde el calor del oficialismo Larreta alentó a varios integrantes de su gabinete para una aventura electoral postulándose como aspirantes a la Jefatura porteña. A ese tren se subieron, sin mucha convicción, la titular de Educación, Soledad Acuña y su par de Salud, Fernán Quirós. Larreta disimuló el emplazamiento del ex presidente con un mensaje meloso en redes: “Una vez más y cómo lo ha hecho a lo largo de toda su vida, Mauricio Macri toma una decisión que deja en claro su enorme visión, su generosidad, valentía y amor por los argentinos”.
La presencia de Jorge Macri tuvo mucha resistencia interna. Entre ellos los grupos menos representativos de la alianza como la Coalición Cívica de Elisa Carrió y Confianza Pública de Graciela Ocaña. El nuevo panorama representa para a ambos un desafío. Con los brazos abiertos, seguros que las candidaturas de la derecha porteña se resolverán en las PASO, esperan los radicales que mantienen firme la postulación de Martín Lousteau.