Por Claudio Leveroni

El alineamiento automático a Estados Unidos es una política que, a boca de jarro, anuncia el gobierno argentino como una bandera irrenunciable. Bajo esta premisa, y como si estuviéramos en los años de bipolaridad mundial que caracterizaron las décadas inmediatamente posteriores a la segunda guerra mundial, Milei va construyendo una relación con la nación del norte que presenta características de riesgosa sumisión.

La llegada al país en dos ocasiones, en menos de cuatro meses de gobierno, del principal responsable de la Central de Inteligencia sumado a la misma cantidad de visitas de la Generala representante del Comando Sur, reflejan una mañosa estrategia de relación que no ha tenido un paralelo de información oficial correspondiente a semejante despliegue.

Voceros de Casa Rosada confirmaron que en esta última visita de la Generala Laura Richardson se improvisó el viaje de Milei a Ushuaia. No estaba previsto con antelación. Fue una determinación asumida después de saber que el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, no la recibiría. El presidente creyó oportuno aprovechar la decisión del mandatario provincial para exponer un doble mensaje, sobreactuar la gestualidad amistosa con la militar de EEUU y confrontar con Melella a quien no invitó en la recepción que le dio a la visitante.

En Ushuaia Argentina construye con fondos propios un puerto de aguas profundas y una Base Naval Integrada de perfil científico que recibió aprobación por ambas cámaras del Congreso Nacional. Circula con insistencia en la Rosada que es intención de Milei que esos fondos que debe aportar el Tesoro Nacional los provea, en gran parte, Estados Unidos. Sería a cambio de una presencia de perfil militar extranjera en el lugar.

El senador nacional por Chubut Carlos Linares (Frente de Todos) se adelantó a los acontecimientos. “Una base militar integrada en el sur requiere de una autorización del Congreso y de una exhaustiva explicación de los intereses que se pretenden así como la no vulneración de nuestra soberanía”. No es el único legislador que ha puesto su mirada en el tema.

Al día siguiente de la tertulia en Ushuaia Milei recibió en aeroparque la donación de un Hércules que entregó Estados Unidos. Su valor fue señalado con manifiesta intención por la propia generala en su discurso. Habló de 34 millones de dólares, aunque en el comunicado oficial del Comando que la tiene como titular se señaló como 30 millones el valor real del avión entregado a nuestro país. Esa colaboración es parte de un convenio firmado por ambos países cuyo contenido aún no se conoce.