Por encima de lo que están marcando algunas encuestas, sean favorables o no, Mauricio Macri está analizando con su círculo más íntimo si es conveniente presentar su candidatura a senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
La evaluación de sus posibilidades reales de ganar y retener políticamente el bastión más importante que tiene el Pro en el país, se encuentra ligada con una decisión, avanzar en soledad en la contienda electoral de este año o hacerlo aliado formalmente al gobierno. Ese es el debate interno del partido que gobernó el país desde el 205 al 2019.
Hay un dato central para la toma de esa determinación. Desde el gobierno nacional, que viene desarrollando una fina tarea de captación de figuras del Pro, ya hicieron saber que no hay alianza posible si Macri es candidato. No lo quieren en ninguna lista, lo consideran una carta perdedora. Así lo suelen referenciar en Casa Rosada cuando se aborda el tema.
Semejante y tan tajante definición acorrala al partido amarillo y al propio Macri, ya que si insiste en su postulación el Pro quedará en soledad con el riesgo de un resultado electoral muy adverso. Tanto que sellaría su desaparición como estructura política.
Así las cosas, mantener el liderazgo electoral en el consenso de los porteños no será tarea fácil para el Pro. Por otro lado la presentación la derecha dividida acrecienta las expectativas de la oposición para concretar este año un resultado en las urnas que le permita posicionarse con aspiraciones de conducir la administración de Caba a partir de 2027.
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