El gobierno logró aprobar en el Senado la ley de Bases, es cierto que se trata de una versión recortada en muchísimos artículos que estaban en el original aprobado en la cámara baja, pero logró un éxito político que lo respalda en la instalación de un modelo de país que busca sepultar la justicia social y destruir el Estado tal como lo expresó con orgullo el propio presidente Javier Milei.

Si bien debe volver a diputados la ley está aprobada y el empoderamiento de Milei también. Las facultades delegadas fueron bendecidas lo que deja la posibilidad de avanzar al presidente en materia administrativa, económica, financiera y energética pasando por encima del Congreso de la Nación.

La  aprobación del megaproyecto estuvo acompañada de una injustificada represión enfocada hacia los miles de argentinos que se movilizaron hasta el Congreso. Con clara determinación las fuerzas de seguridad que conduce Patricia Bullrich repartieron balas de goma, gases y palazos a diestra y siniestra. La violencia surgió así como sello identificatorio propio de la nueva normativa y de la metodología del gobierno nacional. En forma temeraria Milei no tuvo reparos en definir como «terroristas» que intentan un «golpe de Estado» a la multitud que se congregó para expresar su oposición a la ley.