La profundidad de la crisis económica en nuestro país se evidencia en la permanente caída del consumo masivo y la pérdida de empleo. Según datos de la consultora Scentia fue del 12,5% interanual en junio representando también una tendencia a la baja respecto a mayo. En los primeros seis meses acumuló una baja de un 8,5% con relación al mismo período de 2023. En tanto la Unión Industrial Argentina (UIA) comunicó que su sector cayó un 14,3% (interanual) en mayo y se perdieron más de 21.000 puestos de trabajo.
Lo que más cayó fue el consumo de impulsivos (21%), seguido por bebidas alcohólicas (19,6%), bebidas sin alcohol (16,2%), limpieza de ropa y hogar (12,4%), desayuno y merienda (12,1%), higiene y cosmética (11,3%), alimentos (7,9%) y perecederos (5,4%).
El dato se suma a lo planteado por distintas cámaras relacionadas a productos alimenticios. Días atrás el presidente del Centro Industrial de Panaderos de Merlo, Martín Pinto, estimó que “las panaderías de la Argentina tienen una caída del 45% en las ventas. La gente no consume”. La caída de las ventas en productos panificados se profundizó luego de la eliminación del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino, creado en marzo de 2022 para subsidiar la harina y fijar un valor de referencia para el mercado interno.
Por su parte la Unión Industrial Argentina (UIA) anunció que la producción industrial cayó un 14,3% en mayo, respecto a un año atrás, y un 0,6% referido a abril. También dio cuenta de la pérdida de 21.285 puestos de trabajo en los últimos 12 meses.
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