Milei muy lejos de un mensaje de unidad nacional

Por Claudio Leveroni

La Asamblea Legislativa dejó un tendal de apostillas que van desde las interpretaciones del discurso de Milei, la extensa lista de legisladores ausentes, la distante relación del primer mandatario con su vicepresidenta Victoria Villarruel, hasta el escandaloso cierre de la sesión involucrando al asesor Santiago Caputo interceptando en forma vehemente al diputado radical Facundo Manes.

Acaso este cóctel de situaciones que se vieron este viernes en el Congreso no sea más que una secuencia de hechos que sintetizan el presente argentino. Milei volvió a mostrar un discurso altamente confrontativo, sin autocrítica. Cargado de expresiones y gestos de violencia, denunciando lo que define, sin incluirse, como la casta política. Argumento que empieza a caer como trillado y en proceso de envejecimiento. Una tendencia hacia donde avanza también el impacto del logro que representa haber bajado la inflación sin evaluar el resto de las penosas circunstancias que atraviesan el país.

Milei expuso un mensaje carente de puentes que permitan un acercamiento con sectores opositores, exagerado tanto en apreciaciones hacia su gestión (volvió a calificarse como el mejor gobierno de nuestra historia), como con el aporte de cifras incomprobables e igualmente exageradas. Entre ellas la de asegurar que heredó una hiperinflación proyectada del 17 mil por ciento (hasta hace poco decía que era del 15 mil por ciento).

Atento al clima que hubo dentro del Congreso se puede inferir ahora que la ausencia opositora terminó siendo una decisión acertada. Evitó lo que podría haber sido un mayor escándalo en la asamblea que inaugura las sesiones ordinarias del año. El radical Facundo Manes, uno de los pocos no oficialistas presentes, mostró una Constitución mientras hablaba Milei. Lo hizo recordando lo sucedido con la criptomoneda promocionada por el primer mandatario. Desde un palco, Santiago Caputo le respondió a los gritos y con gestos poco elegantes. La cosa no terminó ahí. El principal asesor presidencial fue a buscarlo por los pasillos una vez finalizado el discurso de Milei. Las imágenes que circulan muestran que ese encare fue muy poco amistoso. Manes denunció que recibió un mensaje amenazante en esa ocasión, además de dos empujones fuertes por parte de alguien que acompañaba a Caputo.

La escenografía de este viernes deja abierto un enorme interrogante de cara a un año electoral. Si el gobierno logra ganar la compulsa tendrá una venia de la sociedad para multiplicar su prepotencia discursiva y política. ¿Que actitud tomará si, en cambio, sufre una derrota?. Atento a las características tan personales que impone Milei a su gestión, cuesta interpretar que rol asumirá si las urnas lo castigan.

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