Tras pasar 17 años en el exilio, sufrir proscripciones y hasta la prohibición de nombrarlo, según establecía un decreto de la dictadura que lo había derrocado en 1955, Juan Domingo Perón regresó al país el 17 de noviembre de 1972. Lo hizo corriendo un gran riesgo. Argentina estaba atravesando el último tramo de una nueva aventura antidemocrática cívico militar iniciada en 1966 con el General Juan Carlos Onganía. A él le siguió otro par de las Fuerzas armadas, Roberto Marcelo Levingston para desembocar aquel proceso con el General Alejandro Agustín Lanusse, quien fue el último de esa terna usurpadora de la Casa Rosada.
Un día antes de la llegada de Perón al país, el 16 de noviembre, los diarios Argentinos publicaron una solicitada firmada por el líder justicialista, donde remarcaba que venía como prenda de Paz. La dictadura le respondió al líder justicialista desplegando 30 mil efectivos, buena parte de ellos rodeando el aeropuerto de Ezeiza. También efectuaron numerosos allanamientos, que incluyeron la casa que habitaría Perón en la calle Gaspar Campos en Vicente López.
Bajo esta tensión Perón llegó al país. Pasó la jornada del 17 de noviembre en el Hotel Internacional de Ezeiza. Allí estuvo toda la noche. Los rumores, señalando que estaba detenido, habían ganado la calle. Al día siguiente, poco después de las seis de la mañana, el líder marchó finalmente rumbo a la casa de Gaspar Campos.
Perón se quedó en el país 30 días, hasta armar la fórmula presidencial que encabezó Héctor Cámpora acompañado por Vicente Solano Lima bajo el paraguas electoral del Frente Justicialista de Liberación. La campaña mantendría la consigna, Cámpora al gobierno Perón al poder.
En el octavo día de su permanencia en el país, el 25 de noviembre, Perón encabezó en el restaurant Nino de Vicente López, un plenario de unidad nacional con la asistencia de 28 partidos políticos, incluidos los provinciales. Entre otros asistieron Ricardo Balbín por la UCR, el titular del FIP (Frente de Izquierda Popular) Jorge Abelardo Ramos, Horacio Sueldo (Partido Revolucionario Cristiano), Claudio Sagol en nombre de Oscar Alende (Partido Intransigente) y Héctor Sandler (UDELPA).
La movilización política y popular que generó el retorno de Perón desbordó las posibilidades de la dictadura de intentar contener aquella efervescencia. El peronismo transitaba sus últimas semanas de proscripciones. Una prohibición que llegó hasta los límites más extremos no solo por las persecuciones, asesinatos y torturas a militantes, también se llegó hasta el paroxismo de prohibir palabras y expresiones.
Fue a través de un decreto demencial, el 4161 sancionado por el dictador Pedro Eugenio Aramburu el 5 de marzo de 1956, por el cual se le prohibía a la población pronunciar los nombres de Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón, así como cualquier mención referida a la ideología peronista o que propagandizara al peronismo. Ese decreto estuvo vigente en el país durante 9 años, fue derogado recién el 18 de noviembre de 1964.
Durante todos esos años hubo permanente persecución al peronismo. Pese a eso, la militancia siempre estuvo activa y contestataria. Inclusive, durante esa época, logró presentarse en elecciones bajo otro nombre. En la elección presidencial de medio término del 18 de marzo de 1962, bajo el gobierno de Arturo Frondizi, hubo elección de gobernadores. El sindicalista peronista Andrés Framini se presentó bajo el partido Unión Popular y ganó en la provincia de Buenos Aires. No pudo asumir, Frondizi intervino la provincia y anuló los comicios, ante las presiones de militares y civiles
Tuvieron que pasar 18 años para que el pueblo pueda expresarse libremente en unas elecciones presidenciales. El 11 de marzo de 1973 el Frente Justicialista de liberación obtuvo casi la mitad de los votos emitidos. Fueron más de 6 millones de votos (49%) superando a la fórmula radical encabezada por Ricardo Balbín que llegaba a los 2 millones seiscientos mil, es decir tan solo el 21%. Semejante diferencia de casi 30 puntos evitó una segunda vuelta.
El 25 de mayo asumió la presidencia Cámpora. En la ceremonia de asunción del mando se encontraban presentes varios presidentes, entre ellos los socialistas de Chile, Salvador Allende, y de Cuba, Osvaldo Dorticós Torrado.
Héctor Cámpora, el tío como se lo apodaba cariñosamente entre los peronistas, fue un militante de la primera hora del peronismo. Su inquietud por la política comenzó a temprana edad. Mientras cursaba estudios secundarios en el Colegio Nacional Florentino Ameghino de Mercedes, lo eligieron presidente del centro de estudiantes
En 1929 comenzó a cursar la carrera de Odontología en la Universidad Nacional de Córdoba manteniendo su perfil de dirigente estudiantil, aunque sin adherir a ningún partido.
En 1934 se recibió de odontólogo y se radicó en San Andrés de Giles. Ciudad en la que contrajo matrimonio, el 15 de abril de 1937, con María Georgina Cecilia Acevedo Pérez, con quien tuvo dos hijos: Héctor Pedro en 1938 y Carlos Alberto en 1941.
En esos años Cámpora, además de ejercer su profesión en San Adres de Giles, fundó y presidió el club Almafuerte y fue designado comisionado municipal por el gobierno surgido del golpe militar del 4 de junio de 1943. Tiempo después conocería a Perón y crearía un agrupamiento laborista que contribuyó al triunfo electoral de Perón en 1946, ocasión en la que fue electo diputado nacional.
La lealtad de Cámpora a Perón fue un sello distintivo en su carrera política. En junio de 1946 fue designado vicepresidente de la primera Junta Ejecutiva del Partido Peronista en la Provincia de Buenos Aires y en 1948 fue elegido presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, cargo que desempeñó hasta 1952. Durante este período Perón, lo envió como embajador especial a las misiones en Europa, Estados Unidos, Venezuela, Ecuador, Colombia, Guatemala y México.
En 1948 Cámpora fue elegido convencional por la provincia de Buenos Aires para integrar la convención constituyente que sancionó la Constitución de 1949, de la que fue vicepresidente primero. Dos años más tarde, en 1951, junto a la CGT, encabezó el movimiento popular que impulsó la candidatura de Eva Perón a la Vicepresidencia de la Nación.
Cámpora asumió la presidencia del país el 25 de mayo de 1973. Su gobierno duraría 49 días, renunció junto a Vicente Solano Lima el 13 de julio, para permitir el inicio de nuevas elecciones esta vez con la presencia de Juan Domingo Perón.
Durante la corta gestión de gobierno Cámpora tomó cuatro determinaciones de trascendencia: El indulto y liberación de presos por motivos políticos. Se sancionó la Ley de Amnistía. Reanudó las relaciones diplomáticas con Cuba, permitiendo la exportación a ese destino de productos alimenticios e industriales, y estableció un acuerdo de precios.
El 23 de septiembre de 1973 se realizaron las nuevas elecciones determinando un rotundo triunfo de la fórmula Perón-Perón acumulando el 63 % de los votos. El veterano líder se convirtió así en el primer presidente electo por la voluntad popular en tres ocasiones.
Dos días después de ser electo Presidente, Perón sufriría el primer gran impacto emocional que revelaría las dificultades que tendría por delante para controlar los antagonismos ideológicos extremos infiltrados dentro de su movimiento.
El 25 de septiembre de 1973, un grupo comando asesinó a José Ignacio Rucci cuando salía de la casa de calle Avellaneda 2953 en el barrio de Flores. El cadáver del secretario general de la CGT recibió 23 impactos de bala. Por la tarde el gabinete nacional y máximos representantes de la CGT se reunieron en Casa Rosada. Tras la renuncia de Cámpora el senador Raúl Lastiri ejercía la primera magistratura…
Perón asumió su tercer mandato el 12 de octubre de 1973. Lo hizo en un contexto mundial muy complicado. A mediados de ese año se había desatado la crisis del petróleo modificando las condiciones en las que el capitalismo y el estado de bienestar se venían desarrollando desde la década de 1930.
Casi simultáneamente a la crisis del petróleo nuestra región comenzó a sufrir una brutal escalada de las políticas imperiales de Estados Unidos. El 11 de septiembre, un golpe de Estado militar con el apoyo de la CIA derrocó y asesinó en Chile al presidente socialista Salvador Allende.
El brutal golpe a la democracia chilena condicionó la estabilidad política del cono sur. En ese momento, sólo Argentina tenía un gobierno elegido democráticamente en el Cono Sur, mientras que Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay estaban bajo dictaduras militares apoyadas por Estados Unidos, dentro del marco más amplio de la Guerra Fría.
Perón buscó liderar una política de pacificación y ordenamiento institucional que ayudara a consolidar un programa económico basado en el fortalecimiento de la industria nacional. José Gelbard continuó al frente del ministerio de economía que había asumido con Cámpora. Su ratificación confirmaba un eje central del programa económico del nuevo gobierno peronista: el incentivo a los capitales nacionales privados.
En mayo de 1973 Gelbar, que presidía también la Confederación General Económica una organización corporativa del empresariado nacional, presentó el Programa de Reconstrucción y Liberación Nacional. Bautizado como el «Plan Gelbard» se proponía sostener el crecimiento de la economía apoyándose en la expansión del mercado interno, el crecimiento de las exportaciones y la nacionalización del comercio exterior que tenía como objetivo garantizar la transferencia de recursos de la actividad agropecuaria a la industrial.
Perón fijó políticas de concertación con el Estado como protagonista central. Para aplicarla combinó persuasión y autoridad. La primera de las concertaciones fue la suscripta entre la CGT y la CGE, estableciendo el congelamiento de los precios y la supresión por dos años de las convenciones colectivas o paritarias. Para compensar cierta resistencia de los sectores sindicales, se otorgó un inmediato aumento del 20% general en los salarios.
Los primeros resultados fueron alentadores. La inflación se frenó, al tiempo que la balanza de pagos se vio favorecida por la positiva coyuntura exportadora. Las mejoras salariales y el incremento de gastos del Estado estimularon el aumento de la actividad interna.
En 1972 Argentina había tenido una inflación anual del 79,6%, dos años más tarde, con los resultados del plan Gelbart bajó al 30,2%. La tasa de desempleo también descendió en ese mismo período de 6,1% a 2,5%. El crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) paso del 3,5% en 1972 al 6,4% en 1974.
En paralelo a estos logros el tercer gobierno de Perón afrontaba un panorama de tensión política donde confrontaban intereses opuestos referidos a sectores de izquierda y de derecha. A la lucha entre facciones antagónicas se sumó el resquebrajamiento de la salud de Perón a partir de los inicios de 1974
El 19 de enero de 1974 el Ejército Revolucionario del Pueblo atacó una guarnición militar en Azul. En el asalto, fueron asesinados el conscripto Daniel González, el coronel Camilo Gay y a su esposa. Fue secuestrado el teniente coronel Jorge Ibarzábal, al que el ERP mantuvo secuestrado por 10 meses, hasta que fue muerto durante un traslado.
Al día siguiente del atentado al cuartel de Azul Perón habló en cadena nacional. Apuntó a responsabilidades políticas asegurando que «los grupos terroristas vienen operando en la provincia de Buenos Aires ante la evidente desaprensión de sus autoridades. Es indudable que ello obedece a una impunidad en la que la desaprensión e incapacidad lo hacen posible, o lo que sería peor, si mediara como se sospecha una tolerancia culposa».
Perón ordenó a los diputados de su partido que impulsaran la reforma al Código Penal en lo relativo a los hechos vinculados a la guerrilla. Un proyecto que ya había sido aprobado por el Senado.
El 22 de enero Perón recibió en la residencia presidencial de Olivos a un grupo de diputados que integraban el bloque oficialista y se oponían a la reforma del código penal. Esperaban una audiencia privada, pero el encuentro fue televisado en directo. Allí Perón les señaló que “a la violencia no se le puede oponer otra cosa que la violencia”, para definir en forma tajante: “el que no esté de acuerdo, o no le conviene, se va”. Como consecuencia del discurso, ocho diputados de esa agrupación renunciaron a sus bancas.
La derecha también golpeó con violencia. El sábado 11 de mayo de 1974 a las 20.15 hs el cura Carlos Mugica salía de la iglesia de San Francisco Solano, en el barrio de Mataderos. Había dado misa en la parroquia del padre Jorge Vernazza. Mientras iba caminando hacia su auto, un hombre delgado y de bigote se bajó de un Chevy color verde y le disparó varias veces con una pistola automática. Desde el coche, una segunda persona descargó una ráfaga de ametralladora.Pocas semanas después de este hecho, el 1 de julio, Perón murió estando en la quinta de Olivos.
Tras el golpe de Estado de 1976, Héctor Cámpora buscó refugio en la embajada de México en Buenos Aires, donde permaneció en el exilio durante tres años. En noviembre de 1979, gravemente enfermo, volvió a exiliarse en México. Falleció el 19 de diciembre de 1980, en Cuernavaca.
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