Con el correr de la semana se fueron adhiriendo más entidades ligadas a la salud pública al comunicado que dio a conocer el último lunes la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) expresando su profunda preocupación «ante la crisis sostenida y creciente que atraviesan las residencias pediátricas en todo el país”. La crisis comenzó a visualizarse con más amplitud a partir de la situación a la que fueron llevados de los residentes del Hospital Garrahan.
A ese comunicado crítico a las políticas sanitarias del gobierno nacional adhirieron rápidamente la Sociedad Argentina de Medicina (SAM), Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI). “No hay salud infantil sin pediatras bien formados, y no hay pediatras bien formados sin un sistema de residencias sólido, valorado y respetado”, resumió la SAP en ese comunicado de esta semana.
También se sumó la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) anunciando que tomo la determinación de «acompañar, cuidar y formar adecuadamente a quienes eligen este camino es un imperativo ético y sanitario. La falta de incentivos adecuados, la alta carga asistencial y el escaso reconocimiento económico e institucional desalientan también la elección de nuestra especialidad».
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