La violencia verbal extrema no tiene límites para los libertarios

La violencia es un sello de estos tiempos que impone como un indisimulable ADN propio el liberalismo en distintas regiones del mundo. La furia verbal de quienes son sus principales referentes se destaca con más énfasis en aquellas sociedades donde el voto mayoritario de la población les permitió escalar a lo más alto en la estructura institucional.

Mientras en nuestro país el presidente Milei volvió a utilizar anoche el grotesco calificativo de «hijos de puta» en un discurso público que dio en la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, en Estados Unidos el electo presidente Trump transita por similares limitaciones en su amplitud de lenguaje. Al igual que en nuestro país es algo que sus más íntimos colaboradores imitan con orgullo.

Una muestra de esto es el mensaje subido en la red X por el titular del bloque de La Libertad Avanza en la Cámara baja bonaerense, el diputado Agustín Romo, quien resaltó la calidad intelectual del abogado de Trump en un diálogo con un fiscal general de Nueva York a quien amenazó con la frase, «vamos a meter tu culo gordo en cana por conspiración».

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