Hubo corridas golpes y gases en las inmediaciones del Congreso Nacional, lugar donde se congregaron varios miles de personas convocadas desde distintas organizaciones gremiales, sociales y políticas para repudiar el veto presidencial a la reforma jubilatoria que planteaba un pequeño aumento en los haberes de trabajadores pasivos. Hubo 12 manifestantes heridos y la Policía de la Ciudad detuvo a cuatro personas.
Entre las personalidades públicas más destacadas en la movilización estuvo el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, al frente de una columna de la provincia (foto) que se mostró con un enorme cartel “La Patria no se vende”. Kicillof señaló al ser consultado por periodistas que “ni a través del veto, ni con violencia y represión, vamos a permitir que ataquen y castiguen a nuestros jubilados y jubiladas. No podemos aceptar que una vez más sean el blanco de la desigualdad y del daño. Lo que dejó claro Milei es que la motosierra no estaba dirigida a la casta, sino a la clase media, los trabajadores y los más vulnerables”.
“Hoy empieza el derrumbe del Gobierno de Milei. Los sinvergüenzas que están adentro del Congreso quieren condenar a nuestros jubilados a seguir pasando hambre, a seguir enfermándose y morir”, señaló el titular de ATE, Rodolfo Aguiar.
Tras la sesión especial en diputados que no llegó a los dos tercios para rechazar el veto, el presidente Milei se expresó en redes señalando: “Hoy 87 héroes le pusieron un freno a los degenerados fiscales que intentaron destruir el superávit fiscal que los argentinos con tanto esfuerzo lograromos conseguir”.
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