La llegada de Muzzio, la guerra con la UCR y el rol del larretismo

Los entretelones de la guerra entre el primo de Mauricio, los radicales y el “larretismo”. Las batallas políticas que se vienen en el Ejecutivo y la Legislatura.

Jorge Macri diagrama el nuevo esquema de poder que implementará en caso de ser el futuro Jefe de Gobierno porteño. El martes dio a conocer el nombre de su compañera de fórmula: Clara Muzzio. “El Pro gobierna la Ciudad hace 16 años y todo este tiempo estuvo Clara trabajando para transformar Buenos Aires. Empezó como pasante y fue creciendo gracias a su esfuerzo y compromiso. Fue directora, subsecretaria y, desde 2019 de la mano de Horacio, ministra. Representa lo mejor de los valores del Pro en la Ciudad: la pasión por hacer, la transparencia como bandera y la mirada siempre puesta en el futuro. La valoro mucho porque es una gran persona que siempre trabajó en equipo, por su historia, sus ideales y por haber llevado adelante su trabajo y su familia con respeto, amor y pasión por igual. Por todas estas cosas le pedí que me acompañe como candidata a vicejefa de Gobierno en estas elecciones. Y estoy muy contento y orgulloso de que haya aceptado”, de esta manera, Macri anunció a su compañera de fórmula parea las elecciones a Jefe de Gobierno porteño de octubre.

La llegada de Muzzio tiene una historia y un mensaje de cómo Macri pretende que sea su gestión y de cómo piensa manejar el poder. A la actual ministra de Espacio Público e Higiene Urbana del Gobierno porteño se la premió por ser la única ministra del larretismo que hizo campaña por Jorge Macri. No sólo por eso. “Muzzio es un cuadro técnico y una política leal, sin aspiraciones políticas. El perfil ideal para ser vice. Y además, es una forma de que el ‘larretismo’  se de por pagado y no pida más cargos. Eso es todo lo que pretende darle Jorge a la gente de Larreta”, le dijo a CP un colaborador directo de Macri.

Lo otro que tiene que quedar bien en claro, es que si bien estará al frente del parlamento local no manejará la Legislatura porteña. El Palacio lo controlará el propio Macri con alguien de confianza.

Jorge Macri premió a Muzzio, pero también castigó a dos funcionarios que jugaron muy fuerte a favor de la precandidatura a Jefe de Gobierno de Martín Lousteau: María Migliore, ministra de Desarrollo Humano y Christian Werle, presidente del IVC. Tras el anuncio de Muzzio se conocieron las renuncias de ambos funcionarios. Es evidente que el triunfo de Macri influyó en la salida de ambos. Migliore apoyó a Lousteau en varios actos de la campaña y Werle era precandidato a legislador en la lista del radicalismo. Ambas cosas, no fueron perdonadas por el ex intendente de Vicente López.

La elección del vice también dejó muy golpeada a la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, ue la semana pasada fue vista en las oficinas del búnker de campaña de Jorge Macri en la calle Arribeños y que espero en vano más de una hora ser atendida por el candidato a Jefe de Gobierno.

Mauricio Macri también pretendía tener injerencia en la elección del vice y había propuesto a Laura Alonso y a Waldo Wolff. Los más golpeados fueron los radicales ya que propusieron a la presidenta de la UCR porteña y candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Mariela Coletta, como vice. Jorge Macri fue rotundo al rechazar el nombre de Coletta.

Los radicales en pie de guerra

Tras la interna porteña de Juntos por el Cambio (JxC), Macri definió como uno de sus objetivos ganar en primera vuelta, para eso es necesario que los votos que obtuvo Lousteau no se pierdan y que por ningún motivo se vayan al candidato del peronismo, el radical Leandro Santoro. Para fidelizar a los votantes y trabajar en la campaña del candidato del Pro, el radicalismo pidió tres cosas: la Vicejefatura de Gobierno, el manejo de la Legislatura y algún ministerio de la Ciudad.

Sin embargo, Macri decidió poner a una integrante del Pro como candidata a vicejefa, se negó a darle el manejo del Palacio Legislativo a los radicales. Esta situación provocó muchísimo enojo en la UCR y por lo bajo, muchos dirigentes hablan de dejar libre a a militancia para que puedan votar por Santoro. La situación está tan complicada entre el macrismo y el radicalismo, que Jorge Macri, ante cualquier posibilidad de rebeldía radical, le dijo a sus íntimos, que no necesita a la UCR y que no piensa darle lugares importantes ni en el gobierno ni en la Legislatura. “No necesitamos el aparato radical para ganar la elección”, repiten en Arribeños.

Por su parte, los radicales esperan la vuelta de Lousteau, que se tomó unos días de vacaciones, para decidir qué hacer frente a este cuadro de situación.

Los nuevos funcionarios y el manejo legislativo

Por su parte, Macri ya empieza a definir también, los nombres que lo acompañarán en el Ejecutivo porteño. Dos nombres ya están seguros: César “Tuta” Torres, actual subsecretario del ministerio de Gobierno porteño podría ser Jefe de Gabinete o ministro de Gobierno. Ezequiel Sabor iría a la secretaría general del Gobierno de la Ciudad.

Tal como lo adelantó este medio ambos cumplen un rol muy importante en el armado de la campaña de Macri. A ellos se sumarían, el líder y legislador de Republicanos Unidos (RU), Roberto García Moritán, en el ministerio de Desarrollo Económico y Producción, actualmente a cargo del radical José Luis Giusti. Y Gabriela Ricardes, actual directora del Centro Cultural San Martín y política que responde a Hernán Lombardi sería la ministra de Cultura.

Jorge Macri quiere un gabinete bien Pro, donde todos los lugares importantes sean ocupados por dirigentes de su confianza.

Por último, está el manejo de la Legislatura, algo que Macri quiere controlar desde el inicio de su gestión. El nombre del legislador del Pro y ex secretario de Mauricio Macri, Darío Nieto, es el que mas suena para ser el próximo vicepresidente primero.

La Legislatura volverá a sesionar el jueves 31 de agosto para tratar la ampliación presupuestaria presentada por Larreta, pero a partir de ahí habrá injerencia de Jorge Macri en los futuros temas. “Habrá un comando colegiado entre el ‘larretismo’ y el ‘macrismo'”,le aseguraron a CP varios legisladores del Pro.

 

 

 

 

 

 

 

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