Axel Kicillof presentó una denuncia penal contra Silvio Robles, el actual vocero del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, y contra el ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro, entendiendo que son parte de un delito relacionado al tráfico de influencias y el incumplimiento de los deberes de funcionario público. La presentación judicial se relaciona con la ya conocida  filtración de chats que están atribuidos tanto al funcionario porteño y al colaborador del presidente del máximo tribunal.

La acción se enmarca en el reclamo provincial por fallos que apuntan a favorecer a la Ciudad de Buenos Aires con recursos que son quitados a las otras regiones del país. “En la provincia faltan escuelas, hospitales, rutas y vinimos a hacerlas pero necesitamos que nos devuelvan los recursos que se llevó la Corte Suprema. Tienen que volver los recursos a la Provincia de Buenos Aires”, señaló el gobernador.