El caso Kueider con impredecibles derivaciones

Por Claudio Leveroni

El tembladeral político que produjo el caso Kueider va creciendo con aristas en distintas direcciones. Para más adelante quedarán los resultados de la investigación judicial que ya inició la jueza Sandra Arroyo Salgado, que no solo ha pedido la extradición del ex senador detenido y procesado en Paraguay, también ordenó más de una decena de allanamientos en domicilios varios de Kueider y hasta en su propio despacho en el Senado. Esa parte viene bien encaminada. Lo que está sucediendo en lo inmediato es la catarsis interna en el gobierno y sus fuerzas políticas aliadas.

Mauricio Macri se despachó este viernes con críticas a los senadores por haber votado masivamente la expulsión del legislador entrerriano. Aseguró que debían haberlo suspendido atento al desarrollo del proceso judicial. Minimizó que Kueider fue agarrado «in fragante» cometiendo un delito por lo que le pesa la prisión preventiva en el vecino país.

Esa defensa de Macri para con el ahora ex senador es una postura que va a contramano de lo sucedido ayer en la sesión en la Cámara Alta. El Pro dio quórum y después varios de sus representantes acompañaron la votación por la expulsión. Párrafo aparte para Alfredo de Angeli que vociferó en su discurso que votaría por la exclusión y a la hora de accionar la botonera no lo hizo.

En Casa Rosada están furiosos con Macri. Aseguran que fue él quien activó las posibilidades de avanzar con la determinación que impulsaba el peronismo. Se profundiza aún más la puja de los libertarios con el partido amarillo. En realidad, es también parte de una estrategia cuya artesanía política tiene como principal operador al asesor Santiago Caputo. Está convencido que antes de dar batalla electoral (pensando más que nada en la próxima presidencial) contra el peronismo, la Libertad Avanza debe vaciar al Pro de cuadros y votantes. La elección de medio término del año próximo será un banco de pruebas para saber si eso marcha o no.

Otra interna que florece es la que tiene puertas adentro el oficialismo. Desde Italia Milei salió a definir como «inválida» la sesión del Senado de este jueves. Lo hizo al tiempo que justificaba la expulsión de Kueider como para que quedé en claro el destino de sus expresiones.  Fue una forma de endilgarle responsabilidades a su vicepresidenta. Esas declaraciones fueron disparos hacia la trinchera de Victoria Villarruel. La relación Milei-Villarruel ya no tiene retorno. Aislarla y desgastarla con distintas acciones de este tipo tendrá consecuencias en algún momento.

Desde la oposición hubo respuestas al planteo de Milei. El peronista formoseño José Mayans aseguró que la sesión fue absolutamente válida, asegurando que la Vicepresidenta no estaba a cargo del Poder Ejecutivo.  «Es una jugada del Presidente que no acepta el resultado de la votación”, expresó el senador que presagia, con el avance de la investigación judicial, un paralelo entre la ley de Bases aprobada en junio con la llamada ley Banelco de 2000. La de 24 años atrás fue un escándalo que comenzó a empujar a De la Rúa de la presidencia tras conocerse un reparto de coimas a senadores para aprobar una ley de reforma laboral.

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