El Presidente reafirmó este martes ante la Asamble Legislativa que el acuerdo con el FMI no incluye ajustes, ni reformas previsional o laboral, y anticipó que esta semana llegará al Congreso Nacional para su debate.

También anunció que la República Popular China accedió al pedido del Gobierno argentino de ampliación del “swap” de monedas, con el objetivo de fortalecer la estabilidad cambiaria.

“Puedo anunciarles hoy que ayer he recibido la confirmación del Gobierno chino de que han accedido a nuestro pedido de ampliación y uso del swap en función de lo expresado en la declaración conjunta que firmáramos en mi visita oficial” a Beijing, dijo este mediodía el jefe del Estado durante el discurso inaugural del nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso.

Fernández sostuvo que esta decisión se dio en medio del trabajo que lleva adelante la Argentina en el marco multilateral, “para una integración que potencie nuestras posibilidades productivas y fortalezca la estabilidad de nuestra economía”.

“China siempre nos ha apoyado en los momentos difíciles, y confiamos en que pronto tendremos la autorización técnica correspondiente. Con ello también fortaleceremos la estabilidad cambiaria”, acotó el jefe del Estado.

La ampliación del “swap” fue uno de los temas abordados por el Presidente a principios de febrero pasado durante la visita que realizó a China. Actualmente el intercambio de monedas entre el Banco Central y el Banco de la República Popular de China es de 130.000 millones de yuanes, equivalentes a unos US$ 18.700 millones. Una vez que se efectivice la ampliación, el monto total sumará US$ 21.700 millones.

Si bien el swap con China no tiene costo mientras se encuentre inactivo, queda contabilizado dentro de las reservas internacionales y está disponible para ser utilizado inmediatamente ante una crisis cambiaria. Cuando eventualmente se utiliza, el swap está pactado de acuerdo con la tasa interbancaria de Shanghái, la Shibor, que actualmente roza el 6% anual.

El swap con China se suscribió originalmente en 2011, durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta, y equivalió a un crédito por US$ 10.200 millones, por tres años, con posibilidad de renovación, la cual se concretó en 2014 por US$ 11.000 millones, en 2018 por la misma cifra y se amplió en 2020 a US$ 18.700.

El acuerdo con China forma parte de la estrategia argentina de reforzar sus reservas internacionales, ya sea a través de una mayor cobertura de Derechos Especiales de Giro (DEG) provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI), o a partir de los renovados convenios políticos y comerciales con las autoridades chinas.