Tras la votación en diputados que avaló el veto de Milei a las universidades públicas, dos gobernadores identificados con el peronismo han quedado en un enorme cono de sombras puertas adentro de la estructura política creada por Perón.
Al tucumano Osvaldo Jaldo (foto), que ya venía coqueteando con el gobierno nacional primero con el aval a la ley ómnibus y más reciente con el veto presidencial al aumento para jubilados, ahora se le sumó el catamarqueño Raúl Jalil. Ambos hicieron sus aportes para que los 84 votos logrados por la Libertad Avanza en la Cámara baja permitan censurar el financiamiento universitario.
Jaldo le ordenó a sus tres diputados, que desde enero conforman bloque propio (Elia Fernández, Agustín Fernández y Gladys Medina), que aporten su voto a la voluntad de Milei; mientras que Jalil le indicó a una de sus legisladoras, Fernanda Ávila, que no baje al recinto. El peronismo catamarqueño tiene 4 diputados nacionales. Tres de ellos acompañaron la determinación del bloque Unión por la Patria votando en contra del veto, en tanto Ávila lo acompañó quedándose encerrada en su despacho sin bajar al recinto.
Las actitudes de ambos mandatarios provinciales no pasaron desapercibidas puertas adentro del peronismo. Cristina Fernández, aspirante a presidir el PJ nacional, salió al cruce con una mirada muy crítica denunciada en una carta que hizo pública en las últimas horas. En la misma, también incorpora un quinto voto peronista de apoyo a Milei.
Cristina habla, sin nombrarlo, de Alejandro Arrúa, a quien describe tras la votación en diputados con «la carita sonriente y los deditos en V»«. Se trata del Secretario General del Partido Justicialista de Misiones que, en su momento, había votado el financiamiento universitario prometiendo públicamente rechazar el veto de Milei. Arrúa, desde su cuenta en la red X (activa con solo 210 seguidores) salió a responderle criticando a la ex presidenta, pero sin aclarar porque apoyó a Milei.
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