En una larga exposición de alto contenido político la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner apuntó a los fondos buitres, como responsables de una campaña de ataque permanente a opositores políticos del gobierno que presidió Mauricio Macri y detrás de la causa por el Memorándum con Irán: “Intentaron doblarme la mano y me negué. Me banqué lo que le banqué y no me doblaron el brazo, porque era condenar a la Argentina”, aseguró recordando que finalmente bajo la gestión de Macri se le pagó a esos fondos buitres que solo representaban el 7% de los acreedores que renegociaron la deuda externa bajo la presidencia de Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández después.

“Los fondos buitres hacían campaña en todo el planeta con el Memorándum con Irán y la AMIA. El grupo de choque de los fondos buitres pagaba solicitadas para lograr doblarnos la mano. Lo hicieron por años para que les pagara cualquier cosa y me negué”, sentenció desplegando una oratoria cargada de información detallada.

“Este memorándum, lo de vialidad, lo de dólar futuro, todo está armado para denostarnos y que el pueblo argentino pueda entregarse débilmente a lo que siempre hicieron desde afuera, dominarnos a través de la deuda”, sentenció con marcado énfasis.

“Esta acusación es un disparate judicial, institucional y político” sentenció para después describir los argumentos de nulidad que presentó sobre la causa. ” El juez Borinsky jugaba al tenis y se iba a comer después con Macri. ¿Alguien puede creer que ese juez es imparcial?”

Finalmente, y después de acumular una carga emotiva que iba creciendo con el correr de los minutos, Cristina Fernández aseguró semejante deslate le “duele tanto, tengo 68 años, fui presidenta dos veces, lo que me mueve es dejar un país mejor”. Lo expresó con la voz quebrada destacando que “todavía me cuesta creer que a 27 años de la tragedia de la AMIA estemos discutiendo esto, que es el montaje de una mentira para poder ganar elecciones”