Los tiempos electorales se van acotando acelerando la ansiedad de los principales espacios políticos por definir su menú de candidatos para el recambio de autoridades. Tanto en el oficialismo como en la oposición crujen las internas.

Dentro del Frente de Todos no hay dudas sobre la unidad que representaría la candidatura de Cristina Fernández. Hasta el propio presidente la aceptaría sin dudar. Pero, es sabido que la vicepresidenta difícilmente dé marcha atrás cuando fija una posición, y en este sentido ya adelantó que la condena en primera instancia a la que fue sometida representa una proscripción electoral. Solo una extraordinaria movida reclamando su candidatura bajo un “operativo reclamo” podría torcer esa determinación. Desde su cercanía ya hay una puesta en escena en esa dirección, la encabeza Andrés Larroque y con rapidez se sumaron muchos y no necesariamente de La Cámpora. Uno de los primeros fue Martín Insaurralde. “El peronismo no puede pensar en candidaturas hasta no romper la proscripción a Cristina”, aseguró el lomense hoy a cargo de la jefatura de gabinete del gobierno de Kicillof.

En el mientras tanto de la definición de CFK, los aspirantes van mostrando su propio juego. El presidente Fernández ya había señalado hace varios meses, mientras realizaba una gira por Europa, su aspiración a ser reelecto. Una decisión que reúne adhesiones al tiempo que dejó ver la competencia por ocupar ese mismo lugar. Entre los primeros se anotó el gobernador Jorge Capitanich, aunque lo hizo con cierta sutileza y dejando entre ver que si Alberto no es candidato él se inscribe en la carrera.

Eduardo “Wado” de Pedro viene dando señales de su proyección. Ha construido con paciencia en estos tres años últimos una serie de alianzas bordeando el exterior de los límites que suele explorar su espacio de orígen, La Cámpora.  Desde la usina de su ministerio dejaron trascender esta semana cierto malestar por haber sido excluido de una reunión durante la última visita de Lula. Aseguran que definió al presidente como “sin códigos” haciéndolo responsable de la no invitación.  La desmentida de la vocera Gabriela Cerruti no alcanzó, su escaso respaldo político la dejó sin crédito. La ministra Victoria Tolosa Paz pidió públicamente una aclaración. Lo hizo al igual que su par Aníbal Fernández, quien sin más rodeos señaló “si Wado de Pedro no está de acuerdo con el Presidente, tiene todo el derecho a irse”.