Un hecho de brutalidad inusitada ocurrió anoche en la embajada de México en Ecuador, donde se encontraba en calidad de refugiado político Jorge Glas, el ex vicepresidente de ese país durante la presidencia de Rafael Correa. La policía ecuatoriana ingresó por la fuerza a la sede diplomática y se llevó por la fuerza a Glas. En el procedimiento terminó siendo golpeado el propio embajador de México.
Semejante atropello generó la queja del presidente mexicano Manuel López Obrador quien decretó la ruptura de las relaciones diplomáticas con Ecuador. “Los diplomáticos de nuestra patria, no están solos”, aseguró el primer mandatario mientras recibía la solidaridad de numerosos países.
La Cancillería Argentina realizó el siguiente comunicado: “Como Estado Parte de la Convención sobre Asilo Diplomático de 1954 que ha otorgado recientemente esta condición a dirigentes políticos venezolanos y se encuentra a la espera de la emisión de los correspondientes salvoconductos, la República Argentina se une a los países de la región en la condena a lo sucedido anoche en la Embajada de México en Ecuador y llama a la plena observancia de las disposiciones de aquel instrumento internacional así como de las obligaciones que surgen de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”.
La ex presidenta Cristina Fernández también se manifestó solidaria con México. Señaló que “los hechos de público conocimiento sucedidos en la Embajada mexicana en Ecuador, constituyen una agresión sin precedentes en territorio americano que vulnera tanto el derecho internacional como la tradición histórica de la República de México en materia de asilo político”.
Ni siquiera con Assange hubo un atropello así.
El Gobierno ecuatoriano asalta la Embajada de México. Golpea al embajador. Secuestra al ex presidente @JorgeGlas, con asilo concedido.
Un avasallamiento cobarde del DDII que contrasta con la dignidad del Gobierno de @lopezobrador_ pic.twitter.com/OGjozAAhsY
— Gerardo Pisarello (@G_Pisarello) April 6, 2024
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