El cierre de la inscripción de alianzas para las próximas primarias tuvo la catarsis esperada tanto en el oficialismo como en Juntos por el Cambio.
En el Frente de Todos, que ahora pasó a llamarse Unión por la Patria, la tensión fue creciendo a partir de los intereses de los sectores en pugna depositados en el piso de votos necesarios para incluir la minoría en las listas a cargos legislativos. Debatieron el tema Máximo Kirchner, por la Cámpora, y Aníbal Fernández con Alberto Pérez por el sector que impulsa a Scioli.
Semanas atrás el presidente Alberto Fernández había sugerido plantear un 15% como piso. Una propuesta para iniciar la discusión con la clara intención de buscar incluir en la listas para la elección general a la mayor cantidad de representantes del perdedor en las PASO. La respuesta desde la Cámpora fue elevar muy por encima del promedio habitual (25%), pidió que el piso sea del 40%. En el tira y afloje el porcentaje finalmente acordado fue del 30%. De esta forma queda establecido que si en las primarias el perdedor saca ese porcentaje podrá acceder a los puestos 4, 9, 12, 17 en la lista de candidatos a diputados.
Tras el acuerdo el PJ bonaerense que preside Máximo Kirchner emitió un comunicado resaltando que se había llegado a buen puerto en las negociaciones, aunque lo hizo en muy duros términos cuestionando la postura manifestada por los representantes del Sciolismo que amenazaron con judicializar el conflicto de no mediar acuerdo. Los términos utilizados en ese documento parecieron innecesariamente fuertes atento a que la negociación entre ambos sectores había llegado a buen puerto.
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