Este viernes a las 18:00 vecinos de Núñez protestarán en Libertador y Núñez por los efectos que está causando la multiplicación de torres en esa región norte de la Ciudad de Buenos Aires. Muchas casas se han agrietado peligrosamente, dejando la posibilidad de derrumbe, debido a la presión en el suelo que ejercen las moles de cemento que se están levantando.

Las viviendas resultaron dañadas “por obras de construcciones linderas o próximas” según señalan vecinos linderos a nuevas obras en construcción. Denuncian la falta de controles efectivos a la constructoras y se quejan porque sus planteos, pese a la gravedad que tienen, son ignorados por las autoridades del gobierno porteño.

Hay una torre en construcción, ubicada en Núñez y Arribeños, que ya generó daños en las propiedades linderas, como rajaduras, vibraciones, roturas en vigas y hundimientos de suelo.

Las grietas en las paredes y hundimiento del suelo en las viviendas afectadas son notables y presumen riesgos de repentina demolición. El jefe de gabinete porteño Felipe Miguel, cuando se lo interrogó por la angustiante situación de estos vecinos prometió que se hará un estudio del suelo integral en Núñez.

Un relevamiento de la zona afectada detectó más de 60 casas con severos daños estructurales en sus casas, como grietas de diverso tamaño en paredes internas y externas, hundimientos de pisos y riesgo de derrumbe. Según señala un despacho de la agencia Telam esas grietas se atribuyen a la construcción reciente de dos torres de más de 40 pisos, que se suman a otros edificios que ya tiene la zona.