Naturalizar la violencia y los insultos que despliega el Presidente Javier Milei en discursos y mensajes puede resultar muy riesgoso para sostener principios de convivencia democrática. Sus desbordadas expresiones fueron alentadas por empresarios que lo aplaudieron en el Yacht Club de Puerto Madero. Más tarde reaccionaron de la misma manera los propios partidarios de la Libertad Avanza en el cierre de una jornada en la Plata.
En el primero de los actos, entre otras agresiones, gritó: «Sí, soy cruel, kukas inmundos. Soy cruel con ustedes, con los gastadores, con los empleados públicos, con los estatistas, con los que le rompen el culo a los argentinos de bien».
Semejantes definiciones están generando respuestas. El Presidente fue denunciado esta semana por incitación a la violencia por la abogada Valeria Carreras. «Lo denuncie a Milei para que no se naturalice la violencia la discriminación la ofensa e incluso la vulgaridad Lo denuncie porque hay incitación a la violencia. Me sentí ofendida discriminada por mi ideología. No puede ser gratuito el destrato», señaló Carreras.
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