La frustrada sesión en Diputados, que derivó en un enorme escándalo cargado de violencia cuando diputados de Juntos por el Cambio arremetieron furiosamente contra la titular de la Cámara Baja, Cecilia Moreau, ha provocado múltiples reacciones críticas y un único pedido de disculpas por los exabruptos. Fue el que ensayó Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) a través de su cuenta en Twitter. El resto de los atacantes verbales hasta ahora nada.

Lo que sucedió en el parlamento fue patético, vergonzoso y humillante. Ningún desacuerdo parlamentario puede ser justificativo para abrirle la puerta a semejante reacción cargada de un llamativo odio violento como muestran algunas de las imágenes difundidas (se acompaña una).

En medio de ese brutal ataque la propia Moreau replicó al titular de la bancada radica, Mario Negri, diciéndole: “Yo no sé cómo tratará a su mujer, pero a mí no trata más así”. 

La advertencia de la titular del cuerpo no calmó a sus atacantes, quienes comenzaron a desplegar insultos de grueso calibre y gestos misóginos. El legislador y aspirante a la gobernación bonaerense Cristian Ritondo desplegó un abanico de señas evidenciando violencia de género. Lo hizo entre gritos estigmatizantes como “venezolana”, siempre apuntando a la figura de Moreau.

“Salimos en defensa de Cecilia, nos pusimos delante de ella para detener las agresiones. Fue ultrajada en su doble carácter de Presidenta de la Cámara y mujer”, aseguró la diputada Mónica Litza retratando el momento más tenso vivido en el recinto.