La elección presidencial en Venezuela sigue creciendo como polémica mundial. Organismos y gobiernos van fijando posturas sobre el cuestionamiento que la oposición realiza en ese país desconociendo los resultados que dieron a Nicolás Maduro como triunfador con el 51,2% de los sufragios.

La Organización de Estados Americanos (OEA) se sumó a la postura que cuestiona los resultados dados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) por lo que convocó a una reunión de emergencia para este miércoles.

A esta organización le salió al cruce el presidente de México, Manuel López Obrador (foto) quien criteriosamente aseveró que es necesario que todos los países respeten la autonomía de Venezuela. También condenó este martes la actitud injerencista de la OEA en los asuntos internos de Venezuela asegurando que “no representa a nadie”. López Obrador afirmó “qué se tiene que meter la OEA. Eso es injerencismo, por eso la OEA no tiene credibilidad”.

La tensión aumentó este martes con un mensaje de Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Venezuela, en el que denunció un golpe de Estado en su país. “Estamos preparados para defender nuestra patria y nuestros principios”, aseguró acompañado por los principales referentes de las Fuerzas Armadas de la nación caribeña.

Si bien el presidente Lula no dio un reconocimiento del triunfo de Maduro, solicitando ver las actas primero, el Partido de los Trabajadores (PT), la mayor formación de izquierda de Latinoamérica y liderada por el presidente brasileño, calificó las elecciones del domingo como “democráticas y soberanas” y consideró como “reelegido” a Nicolás Maduro.

Desde la Casa Blanca se emitió un comunicado amenazante señalando que “no se mantendrá indiferente al desenlace sea quien resulte ganador entre el presidente Nicolás Maduro y el opositor Edmundo González Urrutia, favorito por amplio margen en las encuestas”.