Por Felipe Efele
Cierto es que las provincias viven su propia realidad, que no se pueden proyectar sus preferencias electorales al plano nacional, pero tampoco se pueden ignorar en ese contexto. Las elecciones provinciales vienen ratificando a los oficialismos en cada una de ellas. No hay castigo a las gestiones que hasta ahora fueron puestas en la consideración de los electorados. Por el contrario, es la oposición la que está sufriendo duras derrotas.
Este último domingo, con asistencia promedio del 70% del electorado, tres gobernadores aliados al gobierno nacional lograron la adhesión para mantenerse en otro período. Lo hicieron con holgada diferencia y abrumadora mayoría en todos los casos. Gustavo Melella en Tierra del Fuego acumuló el 52%, sacándole más de 40 puntos de ventaja a la segunda fuerza política. Héctor Stefani, el candidato del PRO, tuvo solo el 10%. Melella superó el apoyo inicial logrado en 2019, cuando llegó a la gobernación por primera vez con el 50,9% de sufragios.
El peronista Sergio Ziliotto sumó casi el 48% en La Pampa, marcando 8 puntos de distancia con el candidato de Juntos por el Cambio, revirtiendo lo que fueron los resultados de las parlamentarias de dos años atrás. En Salta, Gustavo Saénz recibió la bendición del 47% del electorado. El gobernador reconoció que buena parte de ese adhesión se debe al plan de obras que viene desarrollando el gobierno nacional en la provincia y en todo el norte argentino.
La insólita determinación de la Corte Suprema privó de saber las preferencias de sanjuaninos y tucumanos. En una de ellas se puede intuir el resultado con más precisión que una encuesta. En San Juan hubo elecciones para todos los cargos menos para gobernador y vice. Las listas del oficialismo, encabezado por el gobernador peronista Sergio Uñac, se impusieron en 15 de los 19 departamentos de la provincia.
El panorama electoral en estas provincias entrega una mirada que no se condice con el clima de catástrofe para la fuerza política que gobierna a nivel nacional. En medio de esta puja por una mejor distribución y una inflación que parece incontrolable, los habitantes de distintas provincias se expresan. Su voluntad no parece ser un paralelo de los titulares catastróficos que colocan al país en un infierno de padecimientos.