Como sucede cada vez que Cristina Fernández ofrece un discurso genera, además de mucha audiencia que sigue con atención sus palabas, repercusiones varias. La de este lunes en Avellaneda no fue una excepción.

Daniel Catalano (ATE): “El discurso de Cristina Kirchner es un faro para seguir trabajando

Andrés Larroque (Ministro bonaerense): El discurso de Cristina fue increíble, es material de estudio, es suicida no escucharla

Daniel Menéndez (Subsecretario de Políticas de Integración y coordinador de Somos-Barrios de Pie): Las palabras de Cristina fueron despectivas y estigmatizantes.

Eduardo Valdés (Diputado Nacional FdT): No está mal el planteo sobre que el Estado tome la auditoría de los planes. Fue una buena reflexión sobre lo que tenemos que hacer

Horacio Rodríguez Larreta: Ella hizo una autocrítica de su propio Gobierno

María Teresa García (Senadora Prov Bs As FdT): No hay mejor modo de honrar a Manuel Belgrano que escuchando las palabras de nuestra querida Vicepresidenta

Martín Tetaz (Diputado Nacional JxC): El discurso de Cristina en la CTA atrasa décadas; Argentina es junto con Venezuela, el único país de América Latina que se queda sin dólares, en el momento de mayor abundancia global de dólares de la historia de la humanidad

Luis D´Elia: Flojita de memoria y de agradecimiento. Cristina nos declaró la guerra a todos los movimientos sociales de la Argentina en general y a los kirchneristas en particular mientras la CTA y Hugo Yasky la aplaudían. Ni una sola palabra de apoyo a Alberto Fernández.

Matilde Bruera (Diputada en Santa Fe PJ): Nadie como Cristina. Fue una clase de economía y de política . La correlación de fuerzas no se espera , se construye , se pelea , se gana . Queremos ganar para cambiar la realidad , si no , no sirve.

Luciano Laspina (Diputado Nacional JxC): Mientras escuchaba de alguna forma me iba indignando con la sucesión de contradicciones e inconsistencias

“Chino” Navarro (Secretario de Relaciones Parlamentarias, Institucionales y con la Soc. Civil de la Jefatura de Gabinete): La política no es una herramienta para comentar la realidad, sino para transformarla. La verdad, como decía Néstor, es la suma de todas las verdades relativas, y nosotros estamos para sumar y ser parte de la solución. Pregonamos la unidad pero la descalificación no ayuda. Parece que es más fácil ser patrón que dirigente. Los únicos que se benefician con estas peleas son Macri, Milei y los grupos económicos.