Ninguna región del mundo está libre de personajes xenófobos y racistas, pero existen países donde ese sentimiento miserable está mucho más arraigado en franjas de la población impidiendo una evolución positiva más acelerada para igualar derechos y posibilidades entre personas.

Distintos sondeos y estadísticas señalan a Estados Unidos encabezando el listado de países con más casos de racismo y xenofobia.  La muerte de los afroamericanos Breonna Taylor y George Floyd (foto) y el tiroteo de Jacob Blake en 2020, todo a manos de policías blancos, resultaron ser un disparador de protestas con manifestaciones que se extendieron en todo el mundo denunciando la injusticia racial en el país del norte de América

Una encuesta publicada en octubre de 2020 por el Pew Research Center mostró que los estadounidenses están divididos en partes iguales sobre si el mayor enfoque en la raza y la desigualdad racial conducirá a cambios importantes en las políticas que abordan las desigualdades raciales.

En Europa la discriminación a extranjeros y minorías sostiene políticas de distribución inequitativa de recursos.  Un informe de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales señala que solo un 32% de los gitanos rumanos tiene acceso en casa a agua potable, un cifra menor a la que tiene la población en Congo o Pakistán. En su informe, la FRA asegura que el racismo y la discriminación contra los gitanos contribuyen a que tengan carencias en sus necesidades básicas como la salud o la educación, provocando una estigmatización.

Un estudio de la Universidad de Harvard llevado a cabo entre los años 2002 y 2015 determinó que República Checa es la nación más racista de Europa. La tendencia se mantuvo en los años siguientes. En 2017 se llevaron a cabo al menos unos 344 actos extremistas en esa nación.

Hace pocos días una mujer venezolana residente en España subió un video mostrando a dos mujeres racistas y xenófobas, de nacionalidad española, que la agredieron verbal y físicamente luego de provocar un accidente vial por conducir en estado de embriaguez en Alicante. Las agresoras se bajaron del vehículo y una de ellas, al darse cuenta de que la víctima tenía acento extranjerocomenzaron a insultarla con dichos xenófobos y racistas.

Estadísticas propias de España dan cuenta que los delitos de odio relacionados con el racismo y la xenofobia crecen anualmente. En 2019 lo hicieron en un 20,9% en comparación con el año anterior. En 2021, se resolvieron 1.133 casos tipificados como delitos de este tipo y de ellos, 465 tenían una motivación racista o xenófoba. Esto supone un aumento del 17% con respecto a 2020. Así aparece reflejado en el último informe publicado por el Ministerio de Interior sobre la evolución de los delitos de odio en España.