Un pedido de informes ingresado este martes en la Legislatura porteña busca saber en qué situación se encuentra la terminal de ómnibus Dellepiane inaugurada, tras un emprendimiento privado a cambio de la  adjudicación de explotación por el plazo de 18 años y el pago  un canon trimestral, hace dos años con 48 dársenas y un costo superior a los 30 millones de dólares.

Originalmente absorbería hasta el 35% del total de servicios que llegaban o partían de Retiro, sin embargo se la conoce como la terminal fantasma porque se encuentra prácticamente vacía y sin actividad. Las empresas de transporte aseguran que no les resulta funcional. Ahora, la diputada María Rosa Muiño (Bloque Peronista) pide un informe al Poder Ejecutivo para saber si está operativa y cuál es la cantidad de micros que recibe mensualmente. Algunos estimaciones previas señalan que el movimiento apenas llega a 10 micros por día, cuando la terminal de Retiro (está pendiente la licitación para su ampliación y mejoras) despacha más de 1.000 micros diariamente.