Agustín Pichot, actual número dos de la World Rugby, presentó este fin de semana su determinación de candidatearse a la presidencia de la entidad madre del rugby mundial.  El planeta ovalado se sorprendió por la noticia ya que esperaban una lista única encabezada por su actual titular el inglés Bill Beaumont esta vez acompañado por el francés Bernard Laporte. Diferencias, que podrían minimizarse encuadrándolas en generaciones distintas, separaron a Beaumont del ex capitán de Los Pumas. Lo cierto, es que representan intereses muy opuestos. La dupla Baeumont-Laporte representa el sostenimiento de una estructura conservadora de privilegios en el manejo del poder en favor de las naciones más poderosas. Pichot, que no tiene aún compañero de fórmula, busca romper esa hegemonía y potenciar una distribución más equitativa de los recursos que genera el rugby profesional, permitiendo el desarrollo de este deporte en zonas más postergadas del planeta rugby.

Agustín salió a jugar muy fuerte con su propuesta sintetizada en seis puntos que detalló en una exclusiva al periódico británico Daily Mail, señalandp que la pandemia forzará modificaciones en el deporte, a partir de lo cual será necesario generar cambios trascendentes en la organización competitiva del rugby.

1) Abordar los desafíos de COVID-19 como parte de una alineación más amplia del calendario de juego global, creando una organización convincente tanto para hombres y mujeres en XV y Sevens. Se consultará a clubes, sindicatos y firmas de capital privado sobre un torneo anual con 12 a 14 pruebas por país por año.

2) Una estructura de gobernabilidad democrática. Un objetivo a largo plazo de eliminar el sistema de votación ponderada que da más poder a las naciones ricas, así como el reparto de ingresos.

3) Crecimiento del juego en países emergentes en desarrollo como Brasil y Túnez.

4) Un juego seguro y entretenido, que cuente con un departamento dedicado a la innovación de World Rugby para analizar proyectos como la tecnología Hawkeye y un juego de computadora insignia de rugby.

5) Comisiones obligatorias de los atletas para colocar a los jugadores en el centro de la toma de decisiones, con discusiones sobre la reducción de salarios para crear sostenibilidad.

6) Una gestión de World Rugby ‘adecuada para su propósito’: revisar todas las estructuras internas para ‘restaurar la confianza’ en el cuerpo directivo.

La elección está prevista para el 26 de este mes, pero su resultado se conocerá recien el 12 de mayo.