Un momento desagradable vivió el dirigente social Juan Grabois este lunes en el aeropuerto internacional de Ezeiza tras regresar de Italia donde estuvo reunido, junto a otros representantes de organizaciones sociales de todo el mundo, con el Papa Francisco. Fue cuando un grupo de personas comenzó a agradirlo gritándole, entre otras cosas, ladrón.

Exaltado por las acusaciones infundadas Grabois buscó acercarse a esas personas exigiéndole porqué lo acusaban de robar, que elementos tenían para semejante acusación. Varios videos que circulan por redes tomaron nota del momento con una gran particularidad. La Policía avanzó sobre Grabois y no intervino sobre sus agresores. Los violentos tuvieron un apoyo acaso inesperado de los uniformados.

La ministra de seguridad, Patricia Bullrich, desde Nueva York, salió a defender a los violentos que agredieron a Grabois. Lo hizo con un mensaje en redes: “La PSA le paró el carro a Grabois. Salió como rata por tirante. A los violentos la gente los desprecia”, escribió la funcionaria.

Grabois, que nunca fue funcionario, señalaría más tarde que no robó ni abusó de ningún privilegio, ni le pegó a un jubilado o le sacó el pan a un niño, “no traicioné mis convicciones ni a mis compatriotas”, aseguró para resaltar que “los fascistas siempre tuvieron la misma estrategia. Agreden a uno entre muchos para atemorizar a todos. Los gorilas son iguales. Es un triste y cobarde estilo de vida. Esta es la versión civil del policía gaseando a una niña o garroteando a un jubilado”.  

El dirigente social también resaltó que estos violentos “creen que pueden hacer cualquier cosa. Gasear, garrotear, linchar… Creen que porque tienen plata o poder pueden agredir a los demás, insultarlos, lastimarlos”.