Si bien Javier Milei reitera que el resultado de la elección del próximo domingo no alterará el rumbo de su política de gobierno, ya no hay dudas que habrá un recambio importante en el gabinete nacional que irá más allá de la salida de quienes están siendo candidatos y seguros legisladores en la próxima etapa. A la baja de Patricia Bullrich (Seguridad), Luis Petri (Defensa) y Manuel Adorni (Vocero) podrán sumarse varios más entre quienes no se incluye al titular de economía, Luis Caputo.

En ese contexto las especulaciones varían respecto a una figura central como es la del actual Jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Se trata del funcionario de primera línea con mejor manejo político. Ha concitado la atención de sectores que alientan la dirección de las políticas económicas del gobierno pero están alertados por la impronta que le impone el propio primer mandatario. Mover a Francos de su lugar será confrontar con ese sector.

La amplitud de los cambios por venir dependerá del porcentaje de adhesión que logre el gobierno tras el recuento de votos. Milei querrá contrarrestar, en caso de una pobre cosecha electoral, con la cantidad de nuevos legisladores que sumará. Esa será la base de su discurso ante una eventual derrota.

La habitual prudencia de Francos en sus declaraciones se rompió días atrás con una observación política. Sin nombrarlo apuntó al asesor Santiago Caputo. “El Presidente tendrá que analizar y resolver, ver qué rol juega cada uno. Hay actores del Gabinete o del equipo de gobierno que no están en el Gabinete que no tienen responsabilidad de gestión y por ahí están tomando decisiones”, sostuvo en declaraciones radiales.

Esas declaraciones colocaron al asesor Caputo como un protagonista central en la etapa que viene. Deberá asumir responsabilidades directas, aunque aún no está claro desde que lugar. El ministerio del Interior, desde donde se opera con mayor intensidad con los gobernadores, tiene como responsable a Lisandro Catalán, un indisimulable alfil de Francos.