La etapa final de los Juegos Bonaerenses, que se desarrollan desde este lunes y hasta el sábado en Mar del Plata, le darán a la ciudad una bocanada de oxígeno económico en medio de una crisis que se siente particularmente en la llamada ciudad feliz.
Impulsados por la histórica competencia que organiza el gobierno bonaerense son 26 mil los competidores que arribarán a la ciudad para participar en más de 100 disciplinas deportivas y culturales.
“No deja de ser un alivio, en el contexto de un año complicado”, opinó Jesús Osorno, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica tras ser consultado por el diario local La Capital, agregando que “los chicos traen su plata y la gastan. Compran cosas, consumen, se comen una hamburguesa y todo eso es plata que queda en la ciudad”.
En el ismo sentido se manifestaron diversas organizaciones representativas del turismo marplatense. Así lo hizo Pablo Santín, secretario general de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra), “el impacto siempre es positivo, genera turismo en la ciudad y mucho trabajo para la hotelería de 1, 2 y 3 estrellas, principalmente, ayuda muchísimo. Este invierno fue muy duro, hay hoteles que decidieron cerrar sus puertas”.
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