En el inicio de la Rugby Championship el equipo argentino estuvo lejos de su nivel y eso lo aprovecharon los All Blacks que apoyaron 7 tries para el triunfo por 41 a12.

Un primer tiempo olvidable, o mejor dicho para recordar y no repetir. Una versión de Los Pumas que reavivó fantasmas. En los primeros 11 minutos ya habían recibido tres tries, todos a partir de errores propios bien aprovechados por los mejores del mundo.

A la descoordinación en el sistema defensivo se sumaron fallas el en tackle y las dos plataformas, scrum y line, sin obtención limpia. El parcial lo sintetizó claramente, 31-0. No había un registro así de negativo para los primeros 40 minutos desde los años 90.

El complemento fue bien distinto. Se mejoró en las formaciones fijas y se jugó más con las manos evitando patadas altas que además de entregar el juego al adversario, en este caso representó hacerlo ante jugadores implacables en la obtención aérea. En ese contexto hubo jugadores destacados en el juego suelto como los tercera línea Rodrigo Bruni o Pablo Matera, otros que agregaron fortaleza con una dosis atlética envidiable como Thomas Gallo. El primera línea fue quien abrió la puerta del primer try Puma jugando con celeridad un penal a pocos metros del ingoal neozelandés. El reaparecido Lucio Sordoni (cuarto test) dio la puntada final.
La segunda conquista la logró en los 12 minutos que jugó Agustín Creevy (98 test) a pura picardía y fortaleza. Mérito para la experiencia de un anotador permanente en la liga europea que paso malos momentos bajo la versión Ledesma del seleccionado argentino.

El sábado próximo la cita será en Sydney para completar ante Australia la segunda fecha de esta versión acotada de la Championship.