Pocos horas después de haber sido aprobada la ley de Bases se van conociendo algunas maniobras de seducción para captar el voto de senadores de la oposición que decidieron acompañar al gobierno.
Las miradas críticas se posan en varios integrantes de la Cámara alta. El caso más grosero es el de la senadora neuquina Lucila Crexell que pocos días antes de la votación (el jueves 6) se filtró la resolución que la impulsa somo embajadora en París de la Unesco (el sueldo más alto del Estado nacional casi 20 mil dólares mensuales más casa, auto y chofer en la capital de Francia).
Ahora, se conoce a través de una publicación en el Boletín Oficial, de cambios en los delegados nacionales para la represa de Salto Grande teniendo al senador Edgardo Kueider (foto) como principal beneficiado. «Es una maniobra que da asco», aseguró el diputado Eduardo Valdés referenciando que «a cada uno lo juzgará la historia, siento mucha vergüenza y dolor por lo que hicieron Kueider y Espínola». Se trata de dos senadores que llegaron a esas bancas desde el peronismo. Ambos votaron a favor de la ley de Bases.
El entrerriano Kueider se defendió desde su cuenta en la red X : «Soy peronista, pero antes que eso, soy entrerriano y quiero lo mejor para la provincia que represento. Por eso apoyé la Ley del gobierno nacional – en general – con modificaciones y exclusiones en todos sus capítulos, que logramos a través del diálogo».
En cuanto al correntino Camau Espínola el PJ de su provincia impulsa su expulsión. Los interventores del Partido Justicialista (PJ) de Corrientes, Teresa García y Máximo Rodríguez anunciaron que pedirán la desafiliación partidaria del legislador
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