Por Claudio Leveroni

No son pocas las señales que va entregando el armado y la realización misma del viaje que el presidente Alberto Fernández inicia este sábado poniendo proa al viejo continente donde tendrá entrevistas con sus pares de Francia, Italia, España y Portugal.

En la selección de quienes lo acompañan hay una primera lectura que no se puede obviar. Subió al periplo a Martín Guzmán, una determinación asumida a mitad de semana cuando arreciaban los rumores de su posible alejamiento. Nunca estuvo cerca ese final, aunque si existió un fuerte cortocircuito por el tema tarifas que involucró al subsecretario de energía eléctrica, Federico Basualdo. El tironeo interno no pasó desapercibido, la prensa opositora se hizo un festín.

Guzmán dejó en claro que no retrocedió en su línea de pensamiento. Lo hizo público este viernes en medio del anuncio de la ampliación de la tarjeta Alimentar y ante el propio presidente. Habló de la necesidad de segmentar las tarifas eléctricas para que solo sean subsidiadas aquellas que llegan a familias de menos ingresos. Esa tarea se le había encomendado a Basualdo el año pasado y no lo hizo.

Sumar a Guzmán al periplo europeo es un respaldo presidencial a su trabajo de orfebre en las negociaciones internacionales por la pesada deuda externa heredada por la actual administración. Puertas adentro, y ante los rumores de su salida, el ministro sumó otras adhesiones. Los popes de la CGT lo elogiaron en el almuerzo que mantuvieron con Alberto en la Quinta de Olivos. “Nadie lo está empujando para que se vaya”, le susurraron voceros del presidente a los comensales invitados, al tiempo que hacían referencia a la foto en Ensenada del Jefe de Estado junto a Cristina y Massa.

Otra novedad relacionada al armado del viaje presidencial es la invitación a subir al avión para 10 medios de comunicación. Se retoma una dinámica abandonada hace más de una década. Ocuparán asientos periodistas (la mayoría acreditados en Casa de Gobierno) de medios opositores y oficialistas. Durante seis días (regresan el viernes 14) convivirán con el staff que acompaña a Alberto que no es muy numeroso: la primera dama, Fabiola Yañez; el canciller Felipe Solá; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.

El tema central para la delegación argentina se relaciona con estratégias por la renegociación de la deuda con el FMI y el Club de París. En la meta del gobierno ambos deben quedar resueltos en el transcurso del año. Existe especial preocupación por un vencimiento, el 31 de este mes, de 2.400 millones de dólares.

Hay otras cuestiones a tratar en Europa. El controvertido acuerdo Mercosur-Unión Europea está en carpeta. El tema será particularmente expuesto en los encuentros con Macrón. Los franceses tuvieron un papel importante en la negativa a este acuerdo. Los eurodiputados del partido del Presidente Macron obtuvieron la aprobación de una enmienda que significó un rechazo de parte del Parlamento Europeo.

El recorrido presidencial

La agenda armada desde Cancillería por Guillermo Justo Chavez prevé como primer destino Portugal. El domingo el Presidente mantendrá una reunión en Lisboa con su par Marcelo Rebelo de Sousa. El martes, ya en Madrid, tendrá primero un encuentro con el Rey Felipe VI y más tarde, en el Palacio de la Moncloa, con su par español, Pedro Sánchez.

El miércoles la delegación estará en Francia desdoblando tareas. Fernández encabezará por la mañana un encuentro con empresarios en la Embajada argentina en París. Luego será recibido en el Palacio del Eliseo por el presidente Emmanuel Macron.

El jueves, ya ubicados en Roma, la comitiva visitará al Papa Francisco en el Palacio Apostólico, donde está previsto que el Presidente mantenga una audiencia privada con la máxima autoridad de la Iglesia Católica. Más tarde llegarán los encuentros con Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinale, y luego tener una reunión de trabajo, en el Palacio Chigi, con el presidente del Consejo de Ministros, Mario Draghi