El escenario post electoral en la ciudad de Buenos Aires planteará un nuevo punto de partida poniendo proa hacia el 2023, buscando el posicionamiento de candidaturas para reemplazar a Rodríguez Larreta en la Jefatura de Gobierno. Las miradas se focalizan en la alianza gobernante que completará, con el Pro como locomotora, cuatro períodos (16 años) al frente de la administración.
Sin poder repetir, por impedimento legal, Larreta no resignará la posibilidad de designar a su sucesor. Si alguna duda había sobre el poder que aún conserva, el interrogante quedó despejado tras las primarias de septiembre con un arrollador triunfo del Pro sobre el radicalismo. Ese presente, más la antigua sociedad entre Larreta y Vidal, impone un razonamiento lógico. La otrora gobernadora bonaerense será la ungida. Antes, habrá que sortear escollos internos. El Pro tiene su propia grieta. El sector más extremo hacia la derecha buscará ensayar su propia estrategia para que sea Patricia Bullrich la candidata del sector. Lo hará cargando con la pesada mochila que representa Mauricio Macri y amagando con fortalecer un armado electoral con Javier Milei, quien atrapó un codiciado 15% en las últimas PASO.
“Es una estrella fugaz en la política, en cuatro años desaparece”, aventuran desde el ala más larretista sobre el desopilante economista. No parece ser tan sencillo. Si el 14 Milei repite la elección de septiembre tendrá representantes en la Legislatura, el oficialismo deberá negociar para alcanzar esa mayoría de legisladores (40) que permita seguir siendo un cómodo apéndice del Poder Ejecutivo.
El radicalismo también querrá jugar su propio candidato para conducir los destinos de la administración porteña a partir del 2023. Carece de figuras propias capaz de hacer sombra sobres las de su oponente interno. Sigue mostrando a Martín Lousteau como un joven maravilla que tiene destino prefijado para llegar a Parque Patricios. El senador nacional y ex ministro de economía de CFK, resultó ser una estrella que se va desvaneciendo con el correr de los años. Ya poco le queda de aquellas ínfulas de cuatro años atrás conduciendo un bloque propio (Suma+) de seis legisladores porteños. Sus mentores, Enrique Nosiglia (Coti) y Daniel Angelici, lo mantienen en carpeta, pero ya pergeñaron nuevas estrategias. Para colmo, Larreta lo sigue teniendo entre ceja y ceja por aquello que voceó socarronamente alguna vez Losuteau. Fue cuando comentó ante cámaras de TV: “Larreta todo lo que pueda comprar lo compra y todo lo que pueda vender lo vende”. Aunque cierta, la afirmación incomodó al Jefe de gobierno porque apuntaba a darle la razón a la crítica más fuerte que recibe de organizaciones sociales y políticos opositores, el ser un operador inmobiliario privado de gran escala.
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