El oficialismo porteño dejará de ser un bloque único en la Legislatura, tal como funciona hasta ahora. Desde el 10 de diciembre, con la incorporación de los nuevos integrantes, la bancada que responde a Horacio Rodríguez Larreta tendrá un interbloque con tres bloques sumando 37 legisladores propios, una cantidad suficiente para aprobar leyes de mayoría simple, pero ya no alcanzarán las manos para las que requieran dos tercios (40 votos).
El interbloque oficialista estará formado por Vamos Juntos (26 diputados), que reúne al Pro, Confianza Pública y Coalición Cívica; UCR-Radicales (9 diputados) y socialista (2 diputados). La tarea que le espera a Diego García Vilas, flamante titular de la bancada Vamos Juntos, será enorme. Deberá negociar a dos bandas. Puertas afuera, cuando requiera los dos tercios, con un peronismo unido que acumula 17 bancas, los bloques de la izquierda (4 diputados); el monobloque de Sergio Abrevaya (GEN), que suele serpentear entre el adentro y el afuera con extraordinaria facilidad; y el flamante y único representante del lavagnismo, Eugenio Casielles.
Si bien no hay aún un titular del interbloque, García Vilas tendrá también la responsabilidad de unir intereses y voluntades. Deberá negociar, puertas adentro, para contener las presiones del conglomerado que conforma. Su propio bloque ya no cuenta con la posibilidad de presentar mayoría propia en las sesiones, acordar con los radicales debería ser una tarea cotidiana.
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