Por Claudio Leveroni
La confesión reciente de hombre enamorado de una mujer de cándida belleza 20 años menor que él, fue hecha por Larreta bajo la necesidad de un reposicionamiento que le permita empardar posiciones ante sus rivales internos en la carrera presidencial. Macri y Bullrich vienen dado claras señales de tener las mismas ambiciones, o más, que el Jefe de gobierno porteño.
Todos recorren el país ya sin disimular la intención de querer ser número uno en la fórmula de la alianza de derecha para las presidenciales del año próximo. Lo hacen con sus particularidades. El ex presidente muestra señales de no tener otro objetivo por delante, no existe la posibilidad de puesto menor para él. Tiene un aceitado aparato comunicacional que se encarga de opinar bajo su supervisión. La ex ministra de seguridad, con menos caja propia que su mentor, apuesta a la dureza extrema de su discurso. Es un Trump con peluca, suelen bromear en su propio entorno. Larreta, por su lado, viene gastando fortunas del presupuesto de la ciudad de los últimos años en pauta publicitaria. Así logró acallar críticas y evitar miradas indiscretas a sus dislates en la gestión.
Tanto Macri como Larreta le han hecho llegar a la ex ministra de seguridad sus deseos que se haga a un lado en la disputa presidencial. Le aseguran que sería la candidata ideal para el perfil conservador de la Ciudad de Buenos Aires. Ella se niega a aceptar ese rol, pero la oferta es tentadora. De aceptar el convite quedará en la interna de los dos aspirantes del Pro la cabeza de la fórmula. Dicho esto a sabiendas que el radicalismo sigue fortaleciendo una debilidad que lo resigna a jugar nuevamente un papel secundario en Juntos por el Cambio. Las bravuconadas de Gerardo Morales de los últimos días, asegurando que le gana a Macri 70 a 30 en la interna, no fue más que eso, una bravuconada. El gobernador jujeño no reúne consenso en las filas del partido de Alem para una aventura semejante.
Dejando el papel de la UCR en un segundo plano, el Pro tuvo una cumbre este jueves en la coqueta ciudad balnearia de Pinamar (foto). A orillas del mar los esperó el intendente local Martín Yeza. Asistieron Larreta, su candidato a gobernador bonaerense Diego Santilli, el intendente de Tres de Febrero Diego Valenzuela, y el diputado Cristian Ritondo quien no se reconoce como operador de Macri asegurando que su candidata a Presidenta es María Eugenia Vidal. Arranca tiernas sonrisas cuando lo comenta.
Ritondo se encargó de felicitar a Larreta por el noviazgo confesado en un set de televisión ante un comunicador que ofició de periodista, Luis Novaresio. Antes de comenzar a grabar el programa ambos estuvieron reunidos más de media hora acordando las preguntas. Larreta fue quien le propuso que se lo indague sobre su vida personal. La semana próxima está previsto el encuentro de alcaldes en CABA (del 19 al 21) y el Jefe de Gobierno porteño quiere asistir a la gala en el Colón con su flamante novia. Mostrarse como un hombre exitoso, hasta en menesteres amorosos, forma parte de la estrategia en la campaña electoral.