En su intención de desmantelar al Estado y reducirlo a una mínima expresión, delegando al sector privado áreas estratégicas para el desarrollo y soberanía nacional, el gobierno anunció que concretó la primera privatización. Se trata de la de la metalúrgica IMPSA empresa estratégica en el desarrollo tecnológico, que emplea a 720 trabajadores, y es líder en el campo de las energías renovables con presencia en 40 países y en 5 continentes.
El ministro de Economía, Luis Caputo, comunicó la venta a la estadounidense Arc Energy, del 85% de las acciones de esta empresa que fabrica turbinas hidroeléctricas y molinos eólicos. El gobierno recibirá 27 millones de dólares por IMPSA, la metalúrgica con sede en Mendoza que fue rescatada de la quiebra en 2021 por el Estado y mantiene un endeudamiento de 576 millones de dólares.
El Centro de Desarrollo Tecnológico de IMPSA se encuentra en la provincia de Mendoza. Allí se fabrican componentes clave para proyectos hidroeléctricos, parques eólicos, centrales de generación de energía nuclear y equipos de proceso para la industria de Oil & Gas. La Planta, emplazada en un predio de 28 hectáreas, tiene una superficie cubierta de producción de 20.000 metros cuadrados. Cuenta además con una sala nuclear presurizada para el ensamblado de componentes nucleares.
Hasta antes de la anunciada privatización, el 63,7% de las acciones de IMPSA eran propiedad del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (FONDEP), fondo fiduciario público controlado por la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, Ministerio de Economía de la Nación. El 21,2% de las acciones pertenecen a la Provincia de Mendoza.
El porcentaje restante de su capital social (15,1%) es de propiedad privada: el 9,8% está en manos de un fondo de capital controlado por los acreedores de la Compañía y el 5,3% pertenece a un fideicomiso de capital controlado por los accionistas originales y fundadores de IMPSA.
Su historia
Los orígenes de IMPSA se remontan al año 1907, cuando Enrique Pescarmona fundó sus Talleres Metalúrgicos en Mendoza (Argentina) para la fabricación de piezas de repuestos de material de fundición de hierro, equipos para la industria vitivinícola y compuertas para los canales de irrigación.
Desde allí se creó Construcciones Metálicas Pescarmona S.R.L. (“CMP”) con el propósito de emprender el diseño y la construcción de estructuras metálicas, compuertas para irrigación, así como otros equipos electromecánicos.
En los años 70 inició un proceso de notable desarrollo tecnológico innovador convirtiéndola en líder en generación hidroeléctrica en Argentina.
En los noventa se consolida en el mercado de la energía como desarrollador de proyectos hidroeléctricos y comienza las investigaciones sobre energía eólica que consolidará más tarde con contratos internacionales que la llevarán a construir la Central Hidroeléctrica Tocoma, en Venezuela con las turbinas Kaplan de mayor potencia jamás construidas. También suministró grúas para el puerto PTP en Malasia.
En la Rioja provee doce aerogeneradores con diseño propio y tiene a su cargo la operación y mantenimiento del parque. También naugura la Sala Limpia de IMPSA, en donde se construyeron los cuatro Generadores de Vapor para el reemplazo y extensión de vida de la Central Nuclear Embalse Río III.
Logra la contratación del diseño, fabricación, transporte y montaje del conjunto del recipiente de presión del Reactor Nuclear Carem 25 M, primer Reactor Nuclear argentino para generación de energía.
En enero de 2017, IMPSA obtiene la adjudicación para la rehabilitación con nuevo diseño hidráulico y mecánico de 2 turbinas Kaplan de 154 MW cada una y provisión de tuberías internas del rodete, para la Central Hidroeléctrica Yacyretá.
0 comentarios