En estas horas de euforia para los integrantes del gabinete nacional tras la aprobación de la ley de Bases, el círculo más cercano al presidente Milei evalúa un próximo viaje a China para mantener una reunión con su par chino Xi Jinping. Un encuentro que se impone después de haber tenido la aprobación del gigante asiático para la renovación del swap de 5 mil millones de dólares con libre disponibilidad. En los pasillos de Casa Rosada se evalúa el 4 de julio como fecha posible. Por ahora, solo se trata de un rumor.

La noticia de la renovación de swap completa una semana de buenas novedades para los intereses del gobierno. Hay una apuesta también a lo que pueda recoger el presidente de su paso por la cumbre del G7 que se realiza en Italia. Por estas horas Javier Milei cruza saludos con varios primeros mandatarios de las naciones que participan o están invitados. Tuvo un efusivo abrazo con la Presidente del Consejo de Ministros de la República Italiana y anfitriona, Giorgia Meloni a quien le susurró al oído en el momento del saludo protocolar de bienvenida a la Cumbre (no es habitual semejante gesto en estas ceremonias). También se cruzó con los presidentes de Francia, Emmanuel Macrón (tendrá una reunión bilateral con él) y de Estados Unidos, Joe Biden.

La lectura de los gestos en este tipo de encuentros de máximo nivel institucional de representantes de naciones, es una tarea que permite observar predisposiciones. Cuando el Papa Francisco ingresó en silla de ruedas, dado su problema con las piernas, fue extendiendo su brazo para estrechar la mano de los mandatarios. Milei se acercó más y lo besó ante cierta perplejidad final de Francisco, quien venía de señalar, ante el pedido de un compatriota para que envíe un mensaje a los argentinos, “defiendan la nobleza del país”. La efusividad de Milei ante el Papa  forma parte de una estrategia comunicacional íntimamente ligada con la posibilidad cierta que el Sumo Pontífice viaje a Argentina en los próximos meses o el año próximo.