La reaparición pública de Cristina visitando la obra del cura Tano Angelotti que viene desarrollando desde hace 7 años desde la parroquia San José en La Matanza, abre un gran interrogante sobre el tipo de protagonismo que tendrá su figura en relación a la elección del año próximo.

Las especulaciones son muchas y van desde su postulación a encabezar una lista de candidatos a diputados, tal como hizo Néstor Kirchner después de dejar la presidencia, hasta la intención no menor de solo ser un punto de conciliación en el armado de listas. Hay aquí cierta preocupación por un posible desmadre del cruce que por estos días están teniendo el gobernador Kicillof y el diputado Máximo Kirchner. Nada grave, anticipan desde la Cámpora, puntualizando que solo se trata de tironeos lógicos en el debate de posturas políticas a seguir.

Si Cristina es candidata en 2025 se potenciará, por naturaleza política propia, su proyección en la búsqueda de un tercer mandato presidencial en el 2027. Se trata de un profundo deseo que no solo expresa el grueso del peronismo. En Casa Rosada también se muestran entusiasmados con la posibilidad de poder exponerle a la sociedad una elección definitiva en el armado de modelo futuro de país. No hay antagonismo más extremo, en la realidad política argentina, que esta extrema derecha gobernante confrontando con la mayor fuerza movilizadora de masas de la historia local como resulta ser el peronismo.