Seguramente llevado de la mano por la necesidad política de separar al radicalismo del Pro, el gobernador de Jujuy y precandidato a presidente Gerardo Morales, se despachó con una definición que generará mucho ruido interno dentro de la alianza opositora. “Me parece que ya está, no hay que jugar a las escondidas con este tema. Esta deuda la contrajimos nosotros, lo menos que tenemos que hacer es ir a escuchar”, aseguró Morales en diálogo con FM Urbana Play. Lo hizo tras escuchar la consulta periodística que buscaba precisiones sobre la convocatoria para este miércoles del ministro de economía Martín Guzmán para informarle a los gobernadores la marcha de las negociaciones con el FMI por la deuda contraída de manera irresponsable por el ex presidente Mauricio Macri.

De todas formas, Morales se queda a mitad de camino de ir o no a esa reunión. El radicalismo salió a clausurar la posibilidad de asistir a través de los tres gobernadores que tiene, el propio Morales en Jujuy, Gustavo Valdés en Corrientes y Rodolfo Suarez en Mendoza. Aducen con escasa solvencia argumental que se trata de una movida política, naturalmente que lo es. El endeudamiento con el FMI, que no pasó por el Congreso Nacional para su debido debate, también lo fue.

Ahora, Morales fija otra postura. Si bien no asistirá, enviará a uno de sus funcionarios, acaso pensando que de esa forma no es política la reunión. Vaya uno a saber.