Alberto Fernández viajará este sábado a México para reunirse el lunes con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Lo acompañarán el diputado nacional Felipe Solá, un firme candidato a ocupar la cancillería a partir del 10 de diciembre, y uno de los asesores de Fernández, Santiago Cafiero. Se trata del primer viaje al exterior del presidente electo por lo que merece una mirada particular.

Las relaciones con Brasil, el principal socio comercial de Argentina, se preanuncian tirantes. Fernández busca fortalecer lazos, tanto diplomáticos como comerciales, con México atendiendo la afinidad política que tiene con la actual administración de ese país. Hay una mirada similar de ambos mandatarios, respecto a la conflictividad de la región. Una visión que se va fortaleciendo, junto a otros líderes latinoamericanos, a través del Grupo Puebla que tendrá un segundo encuentro el 8, 9 y 10 de noviembre en el Hotel Emperador de Buenos Aires. En el primer encuentro, realizado justamente en Puebla (México) a mediados de este año, asistieron Felipe Solá, Jorge Taiana y Carlos Tomada como representantes del peronismo. Para este segundo ya hay confirmados 25 participantes entre ellos los ex presidentes Dilma Rousseff, Fernando Lugo, Ernesto Samper y Leonel Fernández. Se espera que también pueda hacerlo el vicepresidente boliviano Alvaro García Linera. Desde las usinas que responden al norte de nuestro continente han lanzado la versión que este grupo es el que está promoviendo agitaciones sociales en Chile y Ecuador. Un rumor potenciado por los grupos de derecha que conviven en la región y tienen un fuerte apoyo mediático.

El presidente electo Alberto Fernández como su par mexicano, López Obrador alientan el fortalecimiento del Grupo Puebla y el alejamiento del Grupo Lima que ha mostrado una postura agresiva al inmiscuirse en asuntos internos de países como el caso de Venezuela. Fernández ha declarado públicamente que no comparte el estilo del presidente Nicolás Maduro, pero se niega a considerarlo una dictadura como lo hace actualmente Mauricio Macri siguiendo los pasos de Trump en Estados Unidos. La no injerencia en asuntos internos de otros países es la conducta histórica que ha mantenido nuestro país, respetando los regímenes democráticos que expresan las voluntades de cada pueblo. Fernández, como jefe de Gabinete de Néstor Kirchner, fue un activo articulador de las relaciones con los gobiernos que construyeron la Unasur, y también el No al ALCA que tuvo su máxima expresión en la histórica Cumbre de Mar del Plata.