El acto en el que compartieron escenario el último miércoles Larreta y Lousteau aceleró la determinación de Jorge Macri en mostrarse como un precandidato a la Jefatura de Gobierno porteña.
Un sugestivo mensaje desde su cuenta en Twitter es suficiente indicador de las aspiraciones que tiene el ex intendente de Vicente López en su proyección política. “Con Mauricio nos unen las ganas de cambiar realidades. Hoy nos encontramos y charlamos sobre los desafíos que tenemos para seguir transformando la ciudad en este momento tan difícil del país”, escribió Jorge Macri dejando en claro que su nominación cuenta con el apoyo de su primo, el ex Presidente.
No le será sencillo el desembarco a una geografía política que le es hostil. Dentro del espacio local de Juntos por el Cambio consideran a Jorge Macri un “importado” que quiere colar sus ambiciones atropellando la historia y construcción política que se viene dando dentro de CABA. Desde la Coalición Cívica y Confianza Pública (el partido de Ocaña) ya le advirtieron a Larreta que si bendice a Macri jugarán con Lousteau en una potencial PASO que dirima quien será el candidato del sector el año próximo.
El acto de Larreta con Lousteau generó un clima de desconfianza dentro del Pro. Hay dudas sobre la determinación que tomará el Jefe de Gobierno. Temen un acuerdo con los radicales de Evolución, que ya lanzaron al ex ministro de economía de Cristina como su candidato local, a cambio de un respaldo presidencial a Larreta. No suena disparatado, la UCR porteña, que timonean Nosiglia y Angelici, viene confrontando con sus pares nacionales y los popes provinciales que tienen aspiraciones de llegar a la Rosada.
Si Larreta cierra un acuerdo con los radicales el mismo representará la base fundacional de un espacio propio y su alejamiento del Pro. Así las cosas, los Macri y Bullrich podrán presentar batalla en las primarias con un sello de derecha más definido que sea capaz de sumar a Javier Milei, el dueño del 15% de la voluntad electoral de CABA, según las últimas elecciones.