El odio un camino miserable que busca borrar la memoria colectiva

Hace pocas semanas el gobierno le cambió el nombre al Centro Cultural Kirchner, ahora hacen lo mismo con el auditorio Presidente Perón que se encuentra dentro del Ente Nacional de Alto Rendimiento (ENARD), ubicado en Nuñez que es un receptor tradicional de los deportistas amateurs de todo el país *.

El recorrido del odio buscando borrar de la memoria colectiva de los argentinos páginas de nuestra historia, es una miserable estrategia que ha tenido antecedentes muy trágicos. En 1955 la dictadura que derrocó a Perón rebautizó el Barrio ciudad Evita, ubicado en La Matanza, con el nombre de General Belgrano.

Aquella franja de tierra donde el gobierno de Perón construyó más de 6 mil viviendas con todos los servicios, recuperó su nombre original en los años 70. Fue bajo la tercera presidencia de Perón después de ganar las elecciones nacionales con el 62% de la voluntad popular. Tras el golpe de 1976 la nueva versión de la dictadura volvió a quitar el nombre de Evita a la ciudad para denominarlo Martín Miguel de Güemes. Finalmente, con la llegada de la democracia en 1983 el enorme complejo habitacional no solo recuperó su identidad original, también fue reconocido como el “testimonio urbano más relevante de la producción arquitectónica del período 1945-1955”.

Un hecho mucho más trágico fue acompañando la rotulación del barrio matancero. Tras el golpe de 1955 se multiplicaron los operativos, especialmente nocturnos, con allanamientos en casas de la ciudad. Muchas familias que lo habitaban fueran expulsadas bajo la acusación de ser “peronistas”. Debieron dejar hogares que fueron asignados, según detalla un informe de la Universidad de La Matanza (UNAM) a personal , “del Servicio de Inteligencia”.

Una carta abierta de Fernando Galmarini advirtió lo que sucede en estos días con el auditorio del ENARD. En esas líneas el ex Secretario de Deportes recuerda que lo mismo hicieron en 1955 tapando con cemento y cal el nombre del histórico gimnasio. Fue recuperado en 1989 y ahora nuevamente borrado. El edificio seguirá siendo llamado Perón aunque no figure su nombre en el frente. Lo mismo ocurrió con Ciudad Evita y también sucederá con el CCK. Por encima de las nomenclaturas que quieran reinstalar la memoria colectiva reconocerá su auténtica identidad.

*Foto Agencia Informativa del Plata

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