La urgencia relacionada con la sesión especial del próximo miércoles en diputados para aceptar o rechazar el veto de Milei a la ley de financiamiento universitario movió a que figuras del oficialismo buscaran, casi con desesperación, contactarse con Mauricio Macri.
Se movilizó primero en esa dirección el influyente asesor presidencial, Santiago Caputo. Lo hizo el jueves después de conocer las declaraciones del ex presidente ante senadores nacionales propios a quienes les comentó que defender la educación es prioridad para el Pro.
Macri le expresó varios enojos que guarda de las últimas movidas del gobierno contrarias a su interés. El lunes último en la Rosada hicieron pública un acuerdo de unificación de bloques de La Libertad Avanza con los diputados del pro que responden a Patricia Bullrich en la cámara baja de la legislatura bonaerense. Esa unión dejó a los propios de Macri dentro del Pro como tercera fuerza en esa Cámara quitándole algunas prerrogativas propias de la distribución de cargos institucionales bonaerenses.
Macri también se quejó por lo que entiende es una avanzada de los trolls que responden al gobierno contra su figura, y también puso el grito en el cielo por lo que entiende son acciones del gobierno nacional contra la administración de su primo Jorge en la Ciudad de Buenos Aires. Caputo escuchó en silencio y tomó nota. Prometió atender esos temas con el propio presidente.
El asesor de Milei no fue el único que se cruzó con Macri. Este sábado el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, contó en una entrevista radial que mantuvo un intercambio de mensajes con el expresidente, quien le comentó que no tiene diferencias profundas con el Gobierno. El funcionario resaltó que Macri acompañó muchas veces políticas del gobierno.
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