Javier Milei terminó de seguir el debate en la sesión especial del Senado que terminó rechazando su DNU en la quinta de Olivos. Poco después de las 15:30 dejó la Rosada para enfilar hacia el norte del Gran Buenos Aires. Ya sabía que el número en la cámara alta no le era desfavorable. Refunfuñando bajó las escaleras de mármol. Lo hizo de prisa, sin siquiera cruzar miradas con los periodistas acreditados que habitualmente se ubican en el patio de las palmeras para observar quienes ingresan y salen del palacio presidencial.

En Olivos el presidente le dio el toque final a un borrador que ya tenía preparado para fijar posición ante el pulgar abajo que los senadores le dieron a su mega Decreto de Necesidad y Urgencia. Le dio varios retuiteos  a mensajes de apoyos como uno que titulaba “La casta política vs el pueblo argentino”. 

En el comunicado reivindico el llamado al pacto del 25 de mayo en Córdoba al tiempo que aseguró se lo está boicoteando con la determinación votada en el Senado. En tono más amenazante se señala “el presidente planteó dos alternativas: el acuerdo o la confrontación. Ha llegado el momento de que la clase política decida de que lado de la historia quiere quedar”

Mucho más tarde, faltando media hora para la medianoche, la vocería del primer mandatario escribiría en la red X: “El Presidente de la Nación desea destacar la labor de los senadores nacionales de La Libertad Avanza, del PRO, y especialmente de la mayoría absoluta de los senadores de la Unión Cívica Radical, quienes han dado la lucha hoy en defensa de la libertad de los argentinos, a pesar de conocer de antemano el resultado negativo”.