La pregunta gira como un gran interrogante en derredor de los propios funcionarios del gobierno nacional. ¿Que puede cambiar para nuestro país con el triunfo de Trump?.

La euforia que se vive en Casa Rosada parece exagerada. Dan por seguro que el nuevo mandatario del país del norte, al que consideran amigo de Milei, será un confiable puente de comunicación para mejorar la negociación con el FMI. Lo hacen recordando que eso sucedió cuando Macri fue presidente y se le otorgó a nuestro país el mayor crédito que registra en su historia el organismo, fueron más de USD 54.000 millones (nueve mil no fueron aceptados por la gestión de Alberto Fernández).

En la sobrecarga de optimismo, que ciertamente va de la mano de una sobreactuación de esa relación personal entre el presidente electo y Milei, personas muy cercanas al primer mandatario afirman que la idea no es pedir otro crédito. Llevan la idea de convencer al FMI que acepte la idea de avanzar sobre una “competencia de monedas” más una elasticidad de plazos en los vencimientos que tiene el país para el año próximo.

Esa es parte de la idea que lleva el lote de funcionarios, encabezados por el vicejefe de gabinete José Rolandi, que ya están instalados en Washington DC. La nutrida comitiva la integran también los titulares de las bancadas en Diputados de PRO, Cristian Ritondo, y la UCR, Rodrigo de Loredo quienes esperan tener en las próximas horas una reunión con funcionarios de una segunda línea del FMI.