El Arzobispo Pablo García Cuerva en el Te Deum de este domingo en lña catedral metropolitana aseguró que «Nuestro país también sangra», denunciando que, «tantos hermanos que sufren la marginalidad y la exclusión». Ampliando su primer concepto «Argentina sangra en la inequidad entre los que se laburan todo, y los que han vivido de privilegios que los alejó de la calle»
Ante el presidente Milei y funcionarios del gobierno nacional, el presidente refirió a adolescentes y jóvenes víctimas del narcotráfico, a personas que están en situación de calle; familias que sufrieron las inundaciones y madres que ya no saben qué hacer y cómo evitar que sus hijos caigan en las garras de la droga y el juego. Refirió también a «los jubilados que merecen una vida digna, con acceso a los remedios y a la alimentación»
Ampliando el concepto cultural de su mirada el arzobispo aseguró que «experimentamos que se está muriendo la fraternidad, la tolerancia, el respeto; y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, las esperanzas de forjar una Argentina unida, una Patria de Hermanos».
El Arzobispo concluyó su mensaje con un llamado concreto a la unidad y la esperanza: «Como aquella niña curada por Jesús, comencemos a caminar unidos, a caminar dialogando, a caminar hermanados, a caminar con esperanza; las nuevas generaciones y nuestros hijos, se merecen que les dejemos un país curado, un país reconciliado, un país de pie y con horizontes; no los defraudemos»
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